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Bukele, presidente de Salvador

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En el apogeo de su popularidad, fue retratado como un dictador frío que transformó y salvó a un país aterrorizado por las pandillas.

Nayib Bukele no teme que lo llamen dictador o violador de derechos humanos. En el apogeo de su popularidad, fue retratado como un dictador frío que transformó y salvó a un país aterrorizado por las pandillas. Con el apoyo del 90% de los salvadoreños, es casi seguro que el periodista milenario de 42 años, el presidente más popular de América Latina según Latinobarómetro 2023, gane la reelección en las elecciones del domingo.

El presidente dijo que El Salvador había pasado del país más peligroso del mundo al más seguro de América Latina y aseguró que las pandillas habían matado al menos a 120.000 personas desde el fin de la guerra civil en 1992. A petición suya, el Congreso estableció un régimen de emergencia en marzo de 2022, bajo el cual se arrestó a más de 75.000 presuntos pandilleros. El número de asesinatos ha disminuido.

Pero unas 7.000 personas inocentes fueron liberadas. Las organizaciones de derechos humanos condenan las detenciones arbitrarias, las torturas e incluso las muertes en prisión. En respuesta, los acusó de proteger a pandilleros.

Pese a las acusaciones y polémicas, su fama ha trascendido fronteras y en otros países del continente se alzan voces para que Bukele ponga fin a la delincuencia. Acompañado de soldados y policías, acudió al Parlamento dominado por la oposición en febrero de 2020 para presionar para obtener un préstamo para su política de seguridad. Al año siguiente, obtuvo una abrumadora mayoría en el parlamento, lo que le permitió destituir al fiscal y a los jueces de la Sala Constitucional, lo que le permitió presentarse a la reelección, algo prohibido por la Constitución.

– El culto a Bukele – Con el pelo engominado y una barba bien recortada, suele llevar un suéter ajustado. Nunca atar. Tampoco pronuncia discursos grandilocuentes, pero sí proporciona el telón de fondo para las fotografías estilo postal.

En circunstancias urgentes, Bukele respondió contundentemente: cuando las pandillas difundieron rumores de que matarían a personas al azar en respuesta a la represión, amenazó con negarles comida a los pandilleros encarcelados. Popularizó el dicho “el dinero es suficiente cuando nadie lo roba”, pero sus opositores lo acusaron de no rendir cuentas a nadie. Antes de convertirse en presidente, publicó fotografías suyas en las redes sociales, donde a menudo escribía en inglés.

Hace anuncios importantes a través de X, en los que se hace llamar el Rey Filósofo y se burla de sus críticos. El director de investigaciones de la Universidad Francisco Gavidia, Óscar Picardo, resume: Un fenómeno de culto se ha formado en el país gracias a la máquina comunicativa de las redes sociales. Sin embargo, no logró convencer a los salvadoreños de adoptar masivamente bitcoin, que Bukele introdujo como moneda de curso legal en 2021, a la par del dólar.

– Clase terrorista – Nació el 24 de julio de 1981 en San Salvador. Es hijo del químico industrial y representante de la comunidad palestina Armando Bukele (fallecido en 2015) y Olga Ortez. De niños siempre lo veíamos sonriendo pero nunca desesperado, dijo a la AFP la arquitecta Marleny Carranza, que trabajó en las empresas de Bukele.

Era un estudiante normal, dijo a la AFP Óscar Picardo, su profesor de secundaria. Desde entonces, ha hecho gala de su estilo satírico. En el anuario escolar está escrito: Clase terrorista.

Estudió Derecho en la Universidad de Centroamérica, pero no se graduó y optó por trabajar desde los 18 años en la empresa de publicidad de su padre, que realizaba campañas para el Frente Farabundo Martí (FMLN, exguerrilla) de la descripción. Durante estos años también fue gerente de una discoteca en San Salvador. Inició su carrera política en 2012 y bajo la bandera del FMLN se desempeñó como alcalde de Nuevo Cuscatlán y de la capital Salvador de 2015 a 2018.

Luego de un incidente con un asesor, fue expulsado del FMLN en 2017. Bukele dijo que no me considero de derecha ni de izquierda en este momento. Llegó a la cima del poder en 2019 gracias a sus conexiones con la juventud y los desencantados de los dos partidos que se alternaron en el poder tras la guerra civil (1980-1992).

Intolerante a las críticas, tiene un pequeño círculo de confianza que incluye a sus hermanos Karim, Yusef e Ibrajim. En su gobierno incluyó a ex compañeros del colegio bilingüe donde estudió. Se casó con Gabriela Rodríguez, psicóloga y bailarina de ballet, en 2014, con quien tiene dos hijas, Layla y Aminah.

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