Infobae – Plataforma de organización de pacientes en colaboración con la consultora IQVIA elaboró un estudio titulado Estrategia Crónica y Electrónica de Salud: la importancia de los registros digitales. El objetivo central fue determinar el nivel de alfabetización digital de los pacientes crónicos y su relación con el sistema de salud. Para este trabajo se seleccionaron cuatro enfermedades crónicas: diabetes, EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva), riesgo trombótico y afecciones derivadas de trasplantes.
Para ello, se recogieron respuestas a 800 encuestas de pacientes crónicos (de diferentes géneros, patologías y edades). La distribución se realiza según un cupo de 200 por patología. El fenómeno de la transformación digital en la salud es una realidad en la que están inmersos pacientes, profesionales sanitarios, proveedores y organizaciones.
La principal razón de este rápido cambio es la pandemia de COVID-19, que ha demostrado la necesidad de la digitalización y la telemedicina. En el estudio de la cultura digital encontramos diversidad de datos. Las cuestiones relacionadas con el uso de la tecnología son muy importantes.
Consideraciones del paciente En la investigación sobre cultura digital se tuvieron en cuenta varios aspectos a la hora de evaluar la educación digital de los encuestados. Por lo tanto, los datos se analizaron según la edad del paciente, el sexo, el nivel socioeconómico y la patología. Consumo de drogas per cápita, nivel socioeconómico y patología.
Lo cierto es que la mayoría de los encuestados pertenecen a la clase socioeconómica de ingresos medios. En este sentido, el consumo de drogas tiende claramente a disminuir a medida que aumentan los niveles socioeconómicos. En esta etapa es muy importante saber quién es el primer y más común contacto o punto de contacto del paciente para dar seguimiento a su patología.
Para un total del 63,8% de los encuestados, aunque tuvieran enfermedades diferentes, el contacto más cercano era el médico de atención primaria (AP). El 30,6% eran médicos especialistas, el 4,5% farmacéuticos y el 2,1% enfermeras. Según el nivel socioeconómico, la tendencia continúa en el mismo orden: médicos de AP, especialistas, farmacéuticos y enfermeras.
Las únicas excepciones son los pacientes con ingresos altos y muy altos. En sus encuestas, la consulta a enfermería especialista estuvo ausente y la consulta a especialistas fue mayor que a médicos de atención primaria. Así, los datos globales muestran que el 47% de los pacientes crónicos tienen dificultades con la tecnología a la hora de interactuar con el sistema sanitario, con grandes diferencias según la edad.
El 17% de las personas menores de 40 años tienen dificultades, mientras que el 78% de las personas mayores de 70 años.