Poco se sabe de la valiente y pro-Cusa, como la llaman en los grupos de amigos y en las familias de sus opositores. Rafael Alburquerque y Milagros Ortiz Bosch salvaron su nombre, Clara Celia Pardo, y recordaron sus hazañas antitrujillistas al proponer ponerle su nombre a una calle de Santo Domingo. Este local, ubicado en la esquina de la transitada Avenida Luperón, ha dado lugar a muchas preguntas que son comunes en la mayoría de las calles de la capital: ¿Quién es Clara Celia Pardo?
¿Cuándo naciste y moriste, dónde estuviste, quiénes fueron tus padres, dónde estudiaste, tienes novio? Se desconoce si dejó documentos sobre su vida en la casa donde la acogieron Marina y Abigail Coiscou, madre y tía de Horacio Julio, Germán Emilio y Maricusa Ornes Coiscou, quienes lucharon contra el régimen autocrático que vivió en el exilio durante muchos años. .
Puede leer: Calle 20 de Diciembre evoca elecciones libres y democráticas Debido a que las conexiones de Cusa eran principalmente con antitrujillistas clandestinos locales en el país, actuó como mensajero encubierto a instancias de ellos y trató de entregar cartas desde Cuba, Puerto Rico, México y Estados Unidos a familiares de exiliados. Rafael Alburquerque es la persona que más recuerdos tiene con Cusa. Su padre, el abogado Rafael Alburquerque Zayas Bazán, víctima de la dictadura, encarcelado en todas las penurias del régimen de satrapía que había enfrentado desde 1930, la defendió cuando el régimen, consciente de las acciones de la valiente mujer, a quien acusaba, como forma de castigo, de no pagar impuestos.
Clara Pardo era dueña de una pequeña tienda de lencería en la avenida El Conde, esquina con 19 de marzo, vivía en el segundo piso, sola y rodeada de gatos. La luz que más lo inspiró en la lucha fue su hermano Miguel Pardo, exiliado en Nueva York, quien luego viajó a Puerto Rico, donde hizo campaña contra el régimen junto a Horacio Julio Ornés y otros exiliados. Los cruzados de Luperón lo nombraron presidente de su partido Vanguardia Revolucionaria Dominicana cuando éste fue fundado.
Eran muy amigos, el Dr. Pardo fue mi padrino y testigo en la boda de mami y papi, Iliana Ornes Rodríguez, hija de Horacio Julio y María Mercedes Rodríguez Vásquez (Pucha), fue probablemente la única que conozco de una parte de la vida de este médico. .
Cuidó a los dominicos, incluida su madre: fue él quien dio a luz a Iliana. Iliana recuerda a Cusa en la casa de su abuela, la número 4 Benito Monción, pero tenía una hija que llegó a este país en 1963. Cusa es parte de mi infancia.
Es una mujer muy dulce, lo quiere mucho. Pero ella es vieja. Una copia de Golda Meir.
Cuando se le pidió que describiera la apariencia de Cusa, el Dr. Rafael Alburquerque la identificó como un clon de Golda Meir. Se parece a su hermana gemela.
La persiguieron porque exigían manifestaciones de apoyo al régimen y ella se negó, manteniéndose fiel a su hermano. Sus amigos eran padres de la oposición en ese momento y él simplemente los estaba visitando. La exvicepresidenta de la República declaró que cuando una persona era detenida, ella era la única que se atrevía a visitar esta casa y traerle o enviarle un plato que ella estaba preparando.
Esto significa que el régimen sospecha que ella está recibiendo mensajes de Miguel. Agregó que durante los últimos años de su vida y trabajo activo cerró el taller y se fue a vivir con las hermanas Coiscou. En este último tramo vendió billetes de lotería nacional.
Los colocó en familias amigas. Lo compré, una forma de darle dignidad. Murió en casa de las hermanas Coiscou.
Ella es dominicana y nunca se esconde. El Dr. Rafael Alburquerque la conoció mientras visitaba su casa y ya adulto, acompañó a su padre al consultorio y cuando regresó a Condé nos detuvimos para hablar con él.
El 21 de marzo de 2007, el Ayuntamiento del Distrito Nacional designó a la antigua calle F de San Gerónimo como Clara Celia (no Cecilia) Pardo, a petición de los ex vicepresidentes Rafael Alburquerque y Milagros Ortiz Bosch, quienes la identificaron como una heroína, de forma anónima. Entienden que hay muchos de ellos que permanecen en el anonimato por diversos motivos y que su memoria debe ser honrada y destacada como ejemplo para las generaciones futuras. Y otra señal muestra que los ejemplos de solidaridad, valentía, honestidad y esfuerzo por luchar por la libertad y la democracia también destacan entre las mujeres.