Salud

Defensores del seguimiento continuo en las prisiones

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Condiciones así como la alta circulación, venta y consumo de sustancias controladas por parte del personal de seguridad.

El conciliador Pablo Ulloa propuso ayer el establecimiento de un sistema de seguimiento y evaluación continuo que permita identificar y encontrar formas de resolver En los establecimientos penitenciarios del país existen graves problemas, entre ellos altos índices de reclusos con distintos grados de salud. condiciones así como la alta circulación, venta y consumo de sustancias controladas por parte del personal de seguridad. Destacó que según los resultados de un estudio cualitativo sobre el estado de salud realizado en 41 centros penitenciarios de todo el país, incluidos 22 centros del nuevo modelo (CCR) y 19 centros del nuevo modelo (CCR) antiguo (CPL), más de El 30% de la población padece la enfermedad.

problemas de salud y la mitad no recibe atención. Entre las enfermedades de mayor incidencia enumeró las cardiopatías (31%), las enfermedades oculares (30%), la anemia falciforme (25%); problemas mentales (20%) (10%); obesidad renal (10%); diabetes (8%), tuberculosis (5%). Según el estudio, la existencia de problemas renales, diabetes y obesidad requiere un examen de los sistemas higiénicos y alimentarios existentes en las cárceles, ya que pueden agravar algunas de estas enfermedades.

Puede leer: No aguantamos más: bioanalistas protestan frente a Palacio Nacional Añadió que las personas VIH positivas, así como las personas con tuberculosis, neumonía y otras enfermedades infecciosas, viven con otros detenidos. Señaló que en los testimonios de los detenidos entrevistados se destacó que el traslado al hospital no solo requería trámites burocráticos, había que obtener autorización con varios meses de anticipación, sino que si se entregaba dinero al personal el traslado sería más fácil. En conjunto, todas estas declaraciones (de los detenidos entrevistados) representan una violación de los derechos de los detenidos en relación con su salud.

Observamos la existencia de obstáculos en el acceso a los servicios de salud, que en algunos casos tienden a considerarse normales y en otros tienden a considerarse una parte defectuosa del sistema. A esto se sumaron prácticas corruptas en el acceso al transporte y a los medicamentos, denunciadas por hombres y mujeres de diferentes centros, señala el estudio. Sustancias prohibidas Según investigaciones, uno de los aspectos que agrava y al mismo tiempo refleja los problemas de salud mental es el consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas, lo que sugiere que esto es común en personas privadas de libertad en una situación previa a la detención, cuando están fuertemente adicto.

Añadió que algunos detenidos no admitieron haber consumido sustancias psicoactivas, aunque señalaron que en los centros se podía consumir cualquier estimulante y que sólo se podía pagar en efectivo. . Se ha establecido que a pesar de las limitaciones, aún existen diversas formas de obtenerlos y pagarlos con dinero.

Si los pagos y las transferencias entre prisioneros pudieran automatizarse, según el estudio, es probable que los pagos por drogas podrían eliminarse o controlarse. Los encuestados señalaron que el alcohol se produce manualmente en los centros penitenciarios.

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