MADRID (Europa Press).- El futuro de Julian Assange se volverá a debatir la próxima semana en el Reino Unido, en audiencias que incluyen podría ser la última oportunidad del fundador de Wikileaks para evitar la extradición al Reino Unido. Estados Unidos, donde se le acusa de filtrar una serie de documentos secretos. Assange fue arrestado en el Reino Unido en abril de 2019, después de casi siete años de detención en la embajada de Ecuador en Londres.
El programador se refugió inicialmente en dicho consulado para evitar una posible extradición a Suecia, donde también está bajo investigación y se teme como el primer paso hacia Estados Unidos. En junio de 2022, el gobierno británico autorizó el traslado de Assange a este país norteamericano, pero el fundador de Wikileaks está intentando por todos los medios impedir su traslado. El caso está actualmente siendo conocido por el Tribunal Superior, cuya audiencia está prevista para los días 20 y 21 de febrero.
El resultado de este nuevo capítulo dependerá de si Assange tiene una nueva oportunidad de defender su caso ante los tribunales británicos o si el proceso se llevará ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En los últimos días, su entorno ha relanzado una campaña exigiendo su liberación, convocando incluso protestas en varias ciudades. El miércoles pasado, el Parlamento australiano pidió a los gobiernos de Estados Unidos y del Reino Unido que liberaran al programador para que pudiera regresar a su tierra natal, en una resolución a la que se unió el primer ministro Anthony Albanese con varios partidarios.
Sin embargo, el Reino Unido ha elevado su perfil en los últimos años y, además de conceder la extradición, ha dejado el futuro de Assange en manos de los tribunales, en un aparente intento de evitar polémicas políticas o cuestionar su relación con Estados Unidos. en peligro. Respecto a Assange, quien según su abogado ha deteriorado gravemente su salud física y mental en los últimos años, enfrenta múltiples cargos de violación de la Ley de Espionaje de Estados Unidos y debe afrontar una pena máxima de 175 años de prisión.
proteger. Algunas ONG, como Amnistía Internacional, temían por su propia seguridad y por el efecto disuasorio que la condena tendría sobre la prensa de todo el mundo. Assange no está sólo sentado en el banquillo La experta en antiterrorismo y justicia penal, Julia Hall, dijo que la seguridad de los editores y periodistas de investigación de todo el mundo está en juego.
Si Julian Assange es llevado a Estados Unidos y procesado, la libertad de prensa también será cuestionada antes de pedir al gobierno estadounidense que que retire todos los cargos y que el gobierno británico ponga fin a las detenciones arbitrarias. Julian Assange no es el único en el banquillo. Al silenciar a Assange, dijo Hall, todos los demás serán silenciados.
Uno de los actos de apoyo más polémicos de los últimos días fue el del artista Andrei Molodkin, quien afirmó haber coleccionado 16 obras de arte, entre ellas pinturas de Picasso, Rembrandt y Andy Warhol, con el objetivo de rociarlas con ácido si Assange muere. . en la prisión.
En total, se cree que las monedas valen más de 45 millones de dólares y se guardan en una bóveda, a la espera de que se resuelva el caso del fundador de Wikileaks, informó Sky News. Entre quienes apoyaron su iniciativa se encontraba la esposa de Assange, Stella.