Luego de leer lo publicado en este espacio el 1 de febrero, titulado ¿Por qué priorizar la educación?, Miguel Alberto reacciona responde con otra pregunta: ¿sabemos cuál será el precio? El país ha tenido durante demasiado tiempo un sistema educativo que no satisface las necesidades de habilidades de la economía actual. La respuesta es no, porque esto requeriría un estudio que no está fácilmente disponible y, incluso si lo estuviera, sería difícil dar una respuesta precisa y convincente debido a los muchos factores que deben tenerse en cuenta.
Sí se puede hacer un ejercicio para comparar el desarrollo alcanzado por un país que considera el aprendizaje como un tesoro que sigue a su dueño durante toda la vida para hacer de la educación un factor clave en el desarrollo de la nación. Que, con la nuestra, una educación examinada se califica de mediocre. .
A diferencia de República Dominicana, que sigue siendo uno de los peores países en el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), los singapurenses sobresalen constantemente en estas pruebas. En 2016, los estudiantes de Singapur ganaron los premios PISA y Tendencias en el Estudio Internacional de Matemáticas y Ciencias (TIMSS). Además, en el Índice de Dominio del Inglés EF 2016 realizado en 72 países, Singapur ocupó el sexto lugar, destacándose como el único país asiático entre los 10 primeros.
Singapur también es reconocido como un centro educativo. Sólo en 2006, la escuela acogió a más de 80.000 estudiantes extranjeros. Además, en 2015, los estudiantes de primaria y secundaria encabezaron la clasificación mundial de rendimiento académico de la OCDE en 76 países.
¿Resultado? República Dominicana ocupa la posición 80 entre 191 países en el Índice de Desarrollo Humano (IDH), mientras que Singapur ocupa la posición 9 más alta del mundo. En el caso de República Dominicana, el impacto de la educación en la distribución del ingreso también es notable: analizando la distribución del desarrollo humano, se determinó que el país perdió el 19.4% de su bienestar debido a la desigualdad.
(Desde su creación en 1990, el IDH se ha convertido en una herramienta esencial para evaluar el desarrollo humano de los países y compararlos entre sí. El índice tiene en cuenta la esperanza de vida al nacer, los niveles de educación y el ingreso per cápita, medido en paridad de poder adquisitivo (PPA), que tiene en cuenta las diferencias en los costos de vida entre regiones (nación). En el caso especial del ingreso per cápita según PPA, Singapur es de 82.807 dólares, según cálculos del Banco Mundial, ocupando el octavo lugar entre 189 países, y de 79.426 dólares según estadísticas del FMI, ocupando el sexto lugar entre 192 países.
Por otro lado, República Dominicana tiene un ingreso per cápita de $10,120 según el BM (en el lugar 75) y $10,573 según el FMI (en el lugar 77). Esta diferencia ha ido aumentando con el tiempo desde 1970, ambos países tienen ingresos per cápita inferiores a los 1.000 dólares. De manera similar, Singapur mantiene su posición de liderazgo en el Índice de Competitividad Global y actualmente ocupa el tercer lugar, mientras que la República Dominicana ocupa el puesto 81 entre 114 países.
Además, según el Índice Global de Innovación realizado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, Singapur ocupó el quinto lugar entre 132 países, mientras que República Dominicana ocupó el puesto 94. Quizás podamos escuchar a Miguel Alberto decir que los resultados de estos indicadores lo han acercado a la respuesta a su pregunta.
