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El mundo regalará rosas únicas en San Valentín gracias a los campos de Colombia

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Unas mujeres trabajan empacando rosas el 31 de enero de 2024, en la finca Mongibello en Chía, Cundinamarca (Colombia).

Unas mujeres trabajan empacando rosas el 31 de enero de 2024, en la finca Mongibello en Chía, Cundinamarca (Colombia). Entre los 700 millones de rosas que Colombia envía cada año a floristas de todo el mundo para el Día de San Valentín, nacen nuevas variedades a partir de combinaciones que dan colores morados, rosados ​​o naranjas, todos ellos distintivos, únicos y especiales en el mundo. Las variedades de rosas colombianas exportadas como regalo a Estados Unidos, Japón, Canadá, Reino Unido o España, entre otros países, tienen derechos de propiedad intelectual a nombre de los creadores originales de la variedad, a pesar de que la industria los llama “criadores”.

EFE/Carlos Ortega Chía (Colombia).- Entre los 700 millones de rosas que Colombia envía cada año a floristerías de todo el mundo con motivo de San Valentín, nacen nuevas variedades a partir de mezclas que dan como resultado colores morados, rosados ​​o naranjas, todas ellas especiales y únicas en el mundo. mundo. Esta singularidad y exclusividad es la razón por la cual los floricultores colombianos pagan regalías por cada tallo de flor cultivado, ya sea exitoso o no.

Así lo explicó a EFE el vicepresidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores), Andrés Vernaza Guzmán, quien rodeado de plantas de rosas blancas, le explicó a uno de los productores de flores sobre el proceso antes de plantar flores. Por cada semilla, el cultivador debe pagar una regalía al obtentor, por lo que lo caro en una finca de flores no es el terreno sino que tienen que pagar por cada flor cultivada, explica Guzmán, que van de uno a cinco dólares. .

. La variedad puede ser el resultado de millones de esfuerzos de mejoramiento en los que se prueba calidad, color, durabilidad y resistencia, factores que cobran especial importancia si tomamos en cuenta que el bouquet debe llegar perfectamente a todos los continentes, ya que Colombia sigue siendo el segundo continente exportador. del mundo, justo detrás de los Países Bajos.

Protegidos de El Niño Los floricultores que manejan plantaciones en la Hacienda Mongibello, una de las más importantes de Colombia, ubicada en el municipio de Chía, 10 kilómetros al norte de Bogotá, celebran estar preparados para el mal tiempo provocado principalmente por El Niño. no afectar temporalmente los cultivos. Puede leer: Pro Consumidor comienza a trabajar para evitar publicidad engañosa en ofertas de San Valentín Por suerte, en esta finca no tenemos ningún problema, explica uno de los floristas, quien además añade que la prevención pasa por mantener la humedad relativa alta para que las heladas no dañen las plantas.

En el invernadero de almacenamiento de flores realizan todo el proceso de cultivo de rosas, desde la siembra de las semillas hasta su transporte en avión o en marzo para que los tallos lleguen a su destino final en grandes cámaras frigoríficas. El encargado de sala, Lisandro Martínez, describe que la temperatura ideal para las flores frescas es entre uno y tres grados, y a esa misma temperatura mantienen un cuarto frío para conservarlas antes de enviarlas. Así, un centenar de cajas mantienen las flores hidratadas para que los enamorados de otros países puedan regalarlas como regalo de San Valentín.

El objetivo de la empresa es que cuando la rosa llegue a tu casa te dure en perfectas condiciones hasta 20 días. Las flores convierten los sueños en realidad La floricultura en Colombia es un oficio que toda la familia puede perfeccionar, explica Loreney Serrato Rojas, clasificadora poscosecha, mientras selecciona rosas, limpia los pétalos exteriores y los junta para crear un ramo. Mi sueño es tener mi casa, eso es lo que más deseo, dijo con esperanza, recordando a sus hijos, los tres hijos que pudo criar gracias a los ocho años que vivió entre las flores.

Es una de las mujeres que trabajan en la empresa que constituye el 60% de la plantilla con un total de más de 200 empleados. Al igual que ella, las señoras toman la cantidad de rosas solicitadas por el cliente, las atan, luego las colocan en la cinta transportadora para que el gerente las reciba y las remojan en agua para mantenerlas hidratadas en todo momento. La fuerza laboral predominantemente femenina, sólo en el día de San Valentín, creó 27.000 empleos temporales que permitieron a las mujeres cabeza de familia, como Loreney, mantener a sus seres queridos y concertar para los amantes de todo el mundo un arreglo fuera de los campos de Colombia.

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