El ganador de este año del Premio Nacional de Literatura, Juan Carlos Mieses, nació en el pueblo de El Seibo en 1947. De joven se mudó a Santo Domingo, donde recibió una muy buena educación. reflejado en su vocación literaria.
Durante su adolescencia, trabajó como actor y profesor de escuela, aprendió francés y comenzó una carrera de derecho, que luego interrumpió para estudiar literatura moderna en Francia. Pasó cinco años en Toulouse y conoció al que se convertiría en su esposa, Evelyne Grimaud. Hijo del famoso abogado Juan María Mieses Reyes, formado, honesto y valiente, es un Seibano orgulloso junto a su familia.
Premios y sus aportes El ganador Mieses Sánchez recibió el premio con un cheque por dos millones de pesos, que no es lo más importante para él, pero sí corresponde a quienes han hecho aportes destacados para ayudarlo a ser reconocido, entre muchos otros grandes. Entre sus obras poéticas se incluyen: Flagellum Dei (Premio Siboney 1985), una epopeya sobre el rey Atila; Aquí, Edén, una serie de provocativos retratos de Santo Domingo, Dulce et Decorum, una mordaz crítica social e histórica; Gaia (Premio Pedro Henríquez Ureña 1991), poema épico sobre el hombre y el universo, y Desde las Islas (Premio Internacional de Poesía del Caribe Nicolás Guillén 2001), otro poema épico sobre el hombre de las Indias Occidentales, y publicó dos novelas: El kia. de todos, (Editor Alfaguara 2009) y Las palomas de la guerrilla, (Editor Santuario).
Destaca Lía Cubilete Becada por una prestigiosa universidad de Estados Unidos, Seibana Lía Cubilete ejerció la enfermería durante cuatro años en Penn States y se acreditó en un hospital infantil. Una tarde, cuando salía del trabajo para tomar un refrigerio, un cineasta quedó cautivado por su currículum y le ofreció trabajo matriculándola en una escuela de cine. Su manager recibió varias ofertas de trabajo, primero para unirse a uno de los jacistas más famosos de Chicago, Crisk Braw, luego la revista Vanity Fair perfiló parte de sus esfuerzos y a partir de ahí todo avanzó, lo que enorgulleció a sus padres, especialmente a Juan Cubilete.