WASHINGTON. – El Senado de Estados Unidos enterró ayer un acuerdo bipartidista sobre inmigración que permitía cerrar la frontera cuando estaba sobrecargada. El paquete legislativo, que incluía fondos para Ucrania e Israel, fue cancelado en cuestión de minutos en una votación en la cámara alta del Congreso.
La votación, 49 a favor, menos de los 60 necesarios para aprobar el proyecto de ley, se produjo después de que una mayoría de republicanos dijera que votarían en contra del proyecto de ley. Poco después, el líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer, pidió una segunda votación sobre el proyecto de ley. El texto inicial resultó débil después de que Donald Trump, el favorito republicano a la presidencia para las elecciones de noviembre, criticara duramente el proyecto.
El expresidente dijo en su red social La Verdad que sólo un idiota o un demócrata radical de izquierda votaría por este terrible proyecto de ley fronterizo. Y la influencia de Trump en el partido es innegable. El paquete legislativo ayuda a limitar el flujo de migrantes en la frontera y promover deportaciones más rápidas, además de fortalecer los estándares para las llamadas temidas entrevistas de asilo.
La votación en contra de los republicanos se produjo un día después de su fallido intento de abrir un juicio político contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, a quien culpan de la crisis migratoria en la frontera con Estados Unidos y México. Los conservadores han intentado transferir 17.600 millones de dólares en ayuda a Israel por separado, separándola de un paquete que incluye financiación para Ucrania y la seguridad fronteriza. Sin embargo, este esfuerzo fue en vano.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, un aliado de Trump, dijo a los periodistas que lo ocurrido aquí fue un desastre. Añadió que el país está dividido, la brecha entre los dos partidos es ahora mayor que nunca. En medio de las negociaciones sobre el acuerdo, el presidente Joe Biden acusó a Trump de convertir la crisis migratoria en un arma política.
Mientras tanto, los republicanos más radicales están decididos a enviar más tropas a nuestras fronteras. Después de la votación de ayer, la cuestión de la inmigración corre el riesgo de quedar de lado en la Cámara de Representantes, aunque seguirá estando presente en la campaña presidencial, lo que podría volver a provocar polémicas entre Biden y Trump.