VALÈNCIA (EFE). El Ministerio de Innovación, Industria, Comercio y Turismo financia el desarrollo de un nuevo proceso de reciclaje para obtener materiales de alto valor añadido a partir de residuos textiles elaborados con mezclas de algodón y poliéster. El objetivo es evitar que este tejido sea quemado o depositado en vertederos, debido a la complejidad que supone separar y reciclar las diferentes fibras que lo componen mediante métodos convencionales, afirmó la Generalitat.
Este proyecto estratégico tiene como objetivo impulsar una economía circular en el sector textil, coordinado por la empresa Bespoke Factory Group y con la participación del grupo de investigación en ingeniería ambiental (GI2AM) de la Facultad de Ingeniería Química de la Universitat de València, a la cabeza. por el profesor Javier Álvarez; Asociación Valenciana del Mueble V3, que gestiona los residuos municipales de 61 municipios del interior de la provincia de Valencia; e Instituto de Tecnología del Plástico, AIMPLAS. Las obras previstas en esta iniciativa, denominada Recimap, cuentan con el apoyo de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) y financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027.
Esta valorización de residuos permitirá obtener poliéster reciclado y ácido láctico, ingrediente esencial para la producción de bioplástico PLA, dos productos muy demandados en el mercado. Según Belén Taroncher, investigadora de reciclaje químico de Aimplas, el proyecto contribuirá significativamente a la expansión de la economía circular en este sector, ya que la cantidad de residuos textiles recogidos en los próximos años no dejará de aumentar, en parte gracias a la normativa. Normativa europea sobre responsabilidad ampliada del productor.
Taroncher añadió que esto aumenta la necesidad de encontrar soluciones efectivas a estos residuos y ofrece oportunidades a las empresas valencianas para mejorar su competitividad. En concreto, esta iniciativa explora una ruta de reciclaje innovadora que permite la separación selectiva de mezclas de algodón y poliéster mediante la síntesis y uso de líquidos iónicos, una alternativa más sostenible desde el punto de vista medioambiental que los disolventes tradicionales. La fibra de poliéster se reciclará mediante técnicas mecanoquímicas para obtener poliéster reciclado, mientras que la fracción de algodón se utilizará, mediante fermentación, para producir ácido láctico, un ingrediente de gran valor para la producción de plástico que se deriva de las plantas y, por tanto, es más sostenible.
Aimplas destaca que esta innovación técnica y comercial se adapta al nuevo enfoque del reciclaje, en el sentido de que no sólo proporciona una solución a residuos textiles complejos sino que también crea materiales de alta calidad y valor económico de alto nivel. El poliéster reciclado tiene una huella de carbono menor que el poliéster virgen, y este ácido es fundamental en la producción de PLA, que actualmente es el bioplástico más utilizado en el mercado, explica Taroncher. En el desarrollo del proyecto colaboran cuatro socios que representan eslabones clave del sistema de innovación.
La Asociación Valenciana del Mueble V3 se encarga de la recogida y pretratamiento de los residuos textiles, mientras que el equipo de expertos de la Universitat de València liderará la separación selectiva de fibras de algodón y poliéster mediante líquidos iónicos. El reciclaje de la parte de poliéster corresponde a la empresa textil Bespoke Factory Group y, finalmente, Aimplas aportará su profundo conocimiento técnico en bioplásticos para llevar a cabo la producción de polímeros a partir de residuos de algodón.