Consejo Editorial.- Este jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió al gobierno de Joe Biden emitir una disculpa pública por la filtración de información del Antiamericano organización – la Administración de Drogas de Estados Unidos (DEA es el acrónimo en inglés), que, sin pruebas, publicó los datos sobre la supuesta contribución del narcotráfico a su campaña en 2006. Las agencias gubernamentales estadounidenses dijeron más tarde que no tenían confirmación de nada. El presidente federal dijo que si no hay pruebas, debe pedir disculpas.
En este sentido, López Obrador afirmó que no podemos hablar de guerra contra las drogas si una de sus organizaciones filtra información y daña lo que represento, y agregó que estas actividades no son parte de las relaciones de buena vecindad entre países. Durante su conferencia, López Obrador compartió lo que quiero es que el gobierno de Estados Unidos se disculpe, porque el Presidente de Estados Unidos tiene autoridad moral y política y si no hay pruebas debe disculparse. Aún molesto por la difusión de estas versiones no comprobadas, el presidente dijo: “¿Cómo podemos hablar de que la guerra se convierte en heroína y fentanilo, si un periodista tiene información de la DEA y ese periódico de repente pensó que era importante cubrir este momento en México, pura casualidad o así se hacía antes, ¿a nombre de quién?
pero bien equipado. -¿El gobierno estadounidense debería investigar a la DEA? -Sí, tienen problemas.
Esto es parte de su crisis. Recordó que en ese momento se confirmó que el jefe de la DEA en México tenía vínculos con el narcotráfico y lo deportaron, pero no hubo noticias al respecto. Y continuó: México no es colonia de ningún gobierno extranjero.
Si no hicieron valer antes la soberanía de su país fue porque no tenían la autoridad moral de los presidentes que me eligieron mediante fraude. ¿Pero cuáles son las pruebas? Ésta es la máxima del mundo de la prensa clandestina: calumnia, si no sucia, entonces calumnia.
Se le presta mucha atención en todos los periódicos vendidos o alquilados a la oligarquía. Sí, hacen daño.