El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es un retrovirus que ataca el sistema inmunológico de las personas infectadas, debilitándolas y haciéndolas más susceptibles a contraer el VIH y a padecer diversas enfermedades. Los primeros síntomas del VIH pueden variar según la persona y la etapa de infección. Uno de los primeros síntomas del VIH que a menudo se pasa por alto es la fiebre.
La fiebre puede ser uno de los primeros signos de infección por VIH, pero como es un síntoma común en muchas otras enfermedades, no puede identificarse como un signo específico de esta infección. La fiebre asociada al VIH suele ser intermitente y acompañarse de otros síntomas como fatiga, dolor muscular y malestar general. La fatiga es otro síntoma temprano del VIH que puede pasar desapercibido o atribuirse a causas cotidianas como el estrés o la falta de sueño.
Si se asocia con el VIH, puede ser persistente y afectar significativamente la calidad de vida de la persona infectada. Es importante prestar atención a la fatiga crónica y consultar a un profesional de la salud si la afección se acompaña de otros signos de infección por VIH. Los ganglios linfáticos inflamados son otro síntoma temprano del VIH que a menudo se pasa por alto debido a su naturaleza sutil.
Los ganglios linfáticos inflamados suelen ser indoloros y pueden aparecer en muchas áreas diferentes del cuerpo, como el cuello, las axilas o la ingle. Esta inflamación puede ser la respuesta del sistema inmunológico al virus y, a menudo, es uno de los primeros signos físicos de la infección por VIH. La diarrea es un síntoma común en las primeras etapas del VIH, que puede pasar desapercibida o deberse a otras causas como una mala alimentación o una intolerancia alimentaria.
La diarrea persistente, especialmente si está acompañada de otros síntomas como una pérdida de peso inexplicable, puede ser un signo de infección por VIH y debe ser evaluada por un profesional de la salud. La pérdida de peso inexplicable es otro síntoma temprano del VIH que puede pasarse por alto o confundirse con factores como el estrés o cambios en la dieta. La pérdida de peso significativa sin una causa obvia debe investigarse cuidadosamente, ya que puede estar relacionada con la progresión de la infección por VIH y el deterioro del sistema inmunológico.
La candidiasis vaginal u oral, también conocida como candidiasis, es una infección por hongos común en personas con VIH debido a un sistema inmunológico debilitado. Esta infección puede manifestarse como aftas orales o vaginales, causando vergüenza y malestar. La candidiasis recurrente sin una causa identificada puede ser una señal de advertencia de que se necesitan pruebas específicas del VIH.
Una erupción es otro síntoma temprano del VIH que puede pasar desapercibido o confundirse con otras afecciones de la piel. Las erupciones relacionadas con el VIH a menudo aparecen como manchas rojas en la piel, que pueden causar picazón o malestar. Estas erupciones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y deben ser evaluadas por un dermatólogo para determinar su causa subyacente.
Según datos recientes sobre el VIH en España, se estima que entre 136.000 y 162.000 personas viven con el VIH en el país y el 7% desconoce su estado. En 2021 se notificaron 2.786 nuevos diagnósticos de VIH, una tasa de 5,94 por cien mil habitantes. En 2021, el 33,5% de los nuevos diagnósticos se produjeron en el grupo de 25 a 34 años y el 28,5% eran menores de 30 años en el momento del diagnóstico.