El Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) y el programa de protección social Supérate firmaron un convenio de colaboración dirigido a fortalecer la asistencia a las dominicanas y dominicanos identificados como víctimas de la trata de personas en el exterior, a partir de su retorno al país, mediante los mecanismos que implementa la Cancillería dominicana para tales fines.
El acuerdo interinstitucional firmado por el canciller Roberto Álvarez y la directora general de Supérate, Gloria Reyes, es resultado de la implementación del III Plan Nacional de Acción 2022-2024 que lidera el MIREX junto a otras instituciones gubernamentales que integran la Comisión Interinstitucional contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes (CITIM).
El convenio contempla que el MIREX se encargará de identificar a las víctimas dominicanas de la trata de personas en el exterior y coordinar las necesidades de asistencia requeridas para referirlas a Supérate con los casos detectados, una vez hayan retornado al país, así como dar seguimiento a los casos remitidos.
El programa de ayuda y protección social ofrecerá las capacitaciones técnicas para la empleabilidad y el emprendimiento productivo, a los fines de que puedan desarrollarse y generar ingresos económicos, así como también asistencia en las llamadas habilidades blandas o competencias socioemocionales, para una mejor adaptabilidad a la sociedad.
“Para nuestro Ministerio, que ha asumido como dos de sus ejes esenciales la defensa de los dominicanos en el exterior y la promoción de los derechos humanos, es un compromiso emprender todos los esfuerzos que estén a nuestro alcance para erradicar la trata de personas, y para lograrlo, se requiere de un trabajo común, unificado, de todas las instituciones públicas y privadas”, dijo el canciller Roberto Álvarez.
“Los supervivientes, las víctimas de la trata merecen este apoyo. Nos acercamos a decisiones y acciones pensadas en función de lograr el bienestar y la reintegración social de estas personas, para que puedan tener acceso a la justicia, su inclusión en programas de asistencia social, formación y otras iniciativas para continuar con sus proyectos de vida y nunca más ser víctimas”, puntualizó.
En tanto que la directora general de Supérate manifestó que “la trata de personas, más allá de la vulneración de derechos fundamentales y de ser un delito condenado internacionalmente, expone a sus víctimas a altos niveles de estigmatización. Les conduce a un ciclo de vulnerabilidad del que resulta muy difícil salir, sin el acompañamiento y los recursos adecuados”.
