Durante siglos, pensadores, filósofos, médicos e intelectuales han intentado definir adecuadamente la palabra amor. Hay tantos aspectos involucrados que es difícil encontrar una definición que cubra las emociones de todos. Sin embargo, y sabiendo lo anterior, podemos definirlo como sentimientos intensos hacia otra persona.
La persona a quien se dirigen estas emociones cambiará la forma en que se expresan. Sucede que hay personas que tienen menos capacidad para expresar sus sentimientos. Hay en ellos pobreza emocional, lo que les dificulta expresar sus emociones, dando la impresión de no importarles los sentimientos de los demás.
En estos casos, casi siempre se trata de personas que tuvieron un entorno familiar que mostraba poco amor y cariño, o que fueron víctimas de abuso o violación cuando eran niños. En el transcurso de nuestro desarrollo vital establecemos relaciones interpersonales en las que damos más o menos afecto según el vínculo que sentimos con estas personas, su intensidad y frecuencia de la relación así como la reciprocidad emocional que sentimos por ellas. De manera más o menos inconsciente, damos cariño con la esperanza de que se logre cierta resonancia en un ser querido, de tal manera que esa persona nos brinde cariño, implicando reconocimiento, reciprocidad y establecer una relación romántica porque puede ser una amistad duradera.
. Pero vale la pena recalcar que muchas veces pueden dar cariño sin esperar nada a cambio, pero es difícil que estas relaciones se desarrollen con el tiempo sin el estímulo psicológico que fortalezca el cariño que buscamos. La realidad es que el amor requiere reciprocidad.
¿Queremos con el corazón o con la mente? Bueno, para propósitos románticos, deberíamos ceñirnos a las expresiones: te amo con mi corazón, mi corazón es tuyo y no reemplazarlas con términos neuroactivos que en realidad nos harán expresar: amo con mi cerebro, con todo mi cerebro. Depende de ti, mis hormonas, se enojan cuando me acerco a ti.
Aunque en realidad el amor es esencialmente una expresión de la mente expresada a través de expresiones del corazón. Los autores sugieren que a la hora de enamorarnos intervienen hasta 12 regiones cerebrales: por ejemplo, cuando vemos o pensamos en alguien que nos atrae se liberan una serie de neurotransmisores como la adrenalina, la dopamina y la serotonina en el cerebro. , oxitocina, asopresina.
El poder del amor es inmensurable: pruebas, pruebas, conflictos, guerras, sacrificios, privaciones han sido suscitadas por este poder esquivo. Recordemos a Celine Dion, Whitney Houston en sus grandes actuaciones. Pero sin salir de nuestra patria, queremos resaltar el gran aporte general del director Rafael Solano y su excelente interpretación de Niní Cáffaro Por Amor.
Raulín Rodríguez y Nathalie Peña Comas actuaron brillantemente esta noche, con la dulce alegría típica de los dominicanos. Esta semana en nuestro país es el día de San Valentín. Celebremos este día recordando que cada día nuestra vida debe estar dedicada al amor y la amistad, elementos fuertes que nos unen y nos hacen sentir cercanos y lejanos.
Recuerda que amar es importante, pero recordar que ser amado también lo es. Establece un equilibrio entre ambos aspectos y seguro encontrarás la armonía y el ánimo que necesitas para seguir adelante. Recuerda que el amor es difícil de definir pero necesario de experimentar.