El gobierno de Estados Unidos dijo que los ataques fueron en respuesta a la muerte de 3 soldados en el ataque de la milicia estadounidense la semana pasada en Jordania. El gobierno ruso condenó los ataques del viernes por la noche contra posiciones de las milicias proiraníes en Siria e Irak, que dejaron casi 40 muertos. Calificaron los ataques como una operación destinada a aumentar las tensiones en la región tras la guerra en Gaza entre Hamás e Israel, para lo que solicitaron una intervención urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajarova, dijo que condenamos enérgicamente el nuevo acto flagrante de agresión de Estados Unidos y el Reino Unido contra países soberanos, y pedimos al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que resuelva esta situación de emergencia. El gobierno estadounidense dijo que los ataques fueron una respuesta a la muerte de tres soldados en un ataque de la milicia la semana pasada en Jordania y que esa no era forma de continuar el conflicto regional. Por otra parte, Zakharova dijo que está claro que los ataques estadounidenses tienen como objetivo específico exacerbar el conflicto.
Agregó en comentarios reportados por la agencia de noticias rusa TASS que al atacar casi continuamente los objetivos de los llamados grupos proiraníes en Irak y Siria, Estados Unidos está presionando deliberadamente a los países de la región para que profundicen el conflicto. El portavoz aprovechó para denunciar el apoyo del Reino Unido a estas operaciones y aseguró que la dócil participación de la Fuerza Aérea británica no crearía la ilusión de que estábamos ante algún tipo de alianza internacional. Advirtió que Londres todavía tenía que responder por el entusiasmo que había mostrado al apoyar las acciones provocadoras de sus superiores en Washington.