Minnesota tiene el mejor récord de la Conferencia Oeste con un récord de 36-16, sólo superado por los Boston Celtics por un marcador de 12-41. Han pasado años sin que ningún seguidor leal de los Minnesota Timberwolves vea a su equipo ganar un título de campeonato. Y no menos esperado ya que la joven franquicia fundada en 1989 sólo ha ganado un campeonato y eso ocurrió en 2004.
Pero ahora, parece que sus fans podrán disfrutar de un escenario muy diferente al que han presenciado. Y no es ninguna sorpresa, ya que los Timberwolves están firmemente encaminados hacia una de sus mejores campañas en la historia de la franquicia con sede en Minneapolis, Minnesota, y juegan sus partidos en casa en el Target Center. Desde aquellos tiempos oscuros hasta hoy, los Timberwolves lideran la Conferencia Oeste con un récord de 36-16.
Segundo mejor récord de la NBA, sólo superado por los Boston Celtics con un récord de 41-12. Este equipo, liderado por Karl Towns, Anthony Edwards, Rudy Gobert y Mike Conley, se ha convertido en un legítimo aspirante al campeonato. El éxito actual de los Timberwolves no es resultado de la suerte sino de un juego consistente y dominante.
Su defensa, la mejor de la liga, es parte fundamental de su ascenso. Con Gobert como bastión defensivo, el equipo ha demostrado una increíble capacidad para limitar a los oponentes, manteniendo un promedio de 107,1 puntos permitidos por cada 100 posesiones. Por su parte, su ofensiva anota 113,4 puntos por partido, una de las mejores de la liga entre sus rivales.
Dominica Karl-Anthony Towns sigue siendo uno de los personajes principales de la serie. La prueba es que promedió 22,6 puntos por partido, 8,5 rebotes y 3,0 asistencias. Pero lo más importante es la regularidad de sus goles y contraataques.
Además, la compañía liderada por Chris Finch también se enorgullece del talento de Anthony Edwards, quien sigue brillando a su manera. Los jóvenes talentos demuestran la fuerza del equipo en ambos lados del campo. La combinación de juventud y experiencia, liderada por Edwards y reforzada por la defensa de Gobert, ha impulsado a estos Timberwolves a una posición sólida en el campo.
La química entre los jugadores Edwards, Gobert y Towns ha producido el efecto deseado.