MADRID, 8 DE FEBRERO. (PRENSA UE) – En un contexto donde la actividad física se considera esencial para un envejecimiento saludable, un equipo de investigadores liderado por el fisioterapeuta del Parque Sanitario Pere Virgili Luis Soto, en colaboración con expertos en salud digital de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), analizaron aplicaciones móviles de fitness. disponibles en las principales tiendas digitales y concluyó que estas no satisfacen las necesidades de las personas mayores.
El objetivo es verificar su idoneidad para la prescripción de ejercicios virtuales y comparar si son adecuados para las necesidades de las personas mayores. Con la evidencia científica actual, siempre es necesario recomendar aumentar la actividad física, practicar ejercicios de fuerza y potencia y, sobre todo, reducir el sedentarismo. Obviamente, el ejercicio es mejor que ningún ejercicio.
Sin embargo, como profesionales debemos ser capaces de optimizar y ajustar las prescripciones en intensidad, volumen, frecuencia y progresión, explica Soto. La novedad absoluta de este trabajo, publicado por la Sociedad Británica de Geriatría, es que se trata de una revisión sistemática que aplica los métodos más rigurosos de investigación, clasificación y análisis aplicado pero se apoya en el mercado de la telefonía móvil. aplicaciones en lugar de bases de datos y motores de búsqueda puramente científicos.
De esta forma, nos da información sobre las aplicaciones que tenemos y que pueden ser utilizadas por muchas personas de nuestro entorno, explica director de investigación y atención integrada del Parque de la Higiene Pere Virgili e investigador de Investigación y ciencia en Ciencias de la Salud. del Centro de e-Salud de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC), Dr. Marco Inzitari.
De las más de 8.000 aplicaciones de fitness encontradas en App Store (Apple) y Play Store (Google), 15 fueron analizadas y cumplieron con los siguientes requisitos: tener más de 10.000 descargas, dirigidas a adultos mayores, actualizadas en los últimos tres años, en Inglés y no específico de una disciplina en particular. Reconocemos que la oferta de aplicaciones para esta población es limitada y creemos que las aplicaciones existentes pueden adaptarse mejor a las necesidades de las personas mayores frágiles, tanto en términos de métodos de ejercicio como de facilidad de uso, y así les permite llevar junto con el investigador principal del proyecto para explicar. El análisis no encontró ninguna aplicación que se adapte al estado cognitivo del usuario.
Según los investigadores, una aplicación para personas mayores debe ser sencilla, intuitiva y adaptada a sus necesidades. Por eso consideran fundamental incluir a los destinatarios de las solicitudes en el proceso creativo y, sobre todo, garantizar la representación de diferentes niveles socioeconómicos y diferentes tecnologías. La tecnología puede ayudarnos, pero debemos analizarla cuantitativa y cualitativamente.
El objetivo del estudio de precisión, añade Soto, es ofrecer una visión cualitativa (sin obviar la evidencia científica) de las aplicaciones que pueden utilizar los profesionales para prescribir ejercicio a personas mayores débiles. Finalmente, los investigadores observaron que sólo una de cada quince solicitudes se basó en evidencia científica según el análisis realizado. Las instituciones que participan en el estudio son el Parc Médico Pere Virgili, la Universitat Oberta de Catalunya, la Fundación HiTT, Qida y la Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte de Blanquerna (Universidad Ramon Llull).