WASHINGTON (EFE). — El Departamento de Justicia Penal de Texas confirmó ayer la muerte por inyección letal del prisionero Iván Cantú, un nativo de México que pasó 22 años en prisión y murió alegando inocencia. El recluso falleció a las 6:47 pm hora local en la prisión de Huntsville y en sus últimas palabras proporcionadas a los medios por el propio Departamento siguió manteniendo su inocencia.
Quiero hablar con las familias de Kitchen y Mosque. Quiero que sepas que nunca maté a James y Amy. Y si lo hiciera, si supiera quién lo hizo, serían los primeros en saber toda la información que tenía, decía el texto.
Cantú fue condenado a muerte en 2001 por los asesinatos cometidos en 2000 de su primo, James Muslimda, de 27 años, y su prometida, Amy Kitchen, de 22, en Dallas. La ejecución ha sido aplazada dos veces, en 2012 y 2023, y su defensa solicitó el pasado jueves que se celebrara una nueva audiencia para el hispano de 50 años, pero ayer la petición fue denegada. Quiero que todos sepan que yo no maté a James y Amy, afirmó Cantú, agradeciendo el apoyo de su familia, abogados y figuras como el productor de podcast Matt Duff, quienes están preocupados por su caso.
Especialmente quiero agradecer a Matt Duff por creer en mí, por profundizar y aclarar los argumentos que presentó para mostrarle al mundo que no pertenezco a esa camilla, para seguir luchando, buscando y haciendo lo que sea necesario para resolverlo todo. . Responder y detener la verdad, dijo.