Madrid (EFE) – Mimas es una de las lunas de Saturno y, como ya saben, puede contener un océano interior bajo su superficie. En su caso particular, un nuevo estudio basado en datos enviados por la sonda Cassini durante más de una década ha encontrado evidencias de la existencia de una sonda global en lo más profundo de su interior, comenzando entre 20 y 30 kilómetros por debajo de la corteza. Pero lo más importante viene ahora: este cuerpo de agua apareció hace entre 25 y 2 millones de años, por lo que aún es muy joven y irá evolucionando, característica que lo distingue de otros cuerpos de agua que ya aparecieron antes y explica por qué aún conserva sus cráteres (no ha tenido tiempo de dejar huellas).
El descubrimiento es obra de un equipo liderado por el Observatorio de París y fue publicado en la revista Nature. haciendo de Mimas un candidato ideal para los investigadores que estudian el origen de la vida, EXPERTOS Esto, ilustran, tiene implicaciones valiosas para nuestra comprensión del potencial de vida más allá de la Tierra porque sugiere que incluso las lunas pequeñas y aparentemente inactivas podrían contener océanos ocultos capaces de sustentar las condiciones necesarias para la vida. Sin duda, esto abre nuevas vías de descubrimiento que podrían acercarnos a responder a la antigua pregunta: ¿Estamos solos en el universo?, han examinado los expertos, comprobando la temperatura interna, la rotación y la órbita, parámetros que se ven afectados por lo que hace el planeta.
La luna se ve por dentro. Estos hallazgos indican que los procesos recientes en Mimas pueden haber sido comunes durante las primeras etapas de formación de otros mundos helados. Por lo tanto: un mayor estudio de este satélite podría aprender más sobre la formación de mundos helados.
COMPARAR Mimas y Encedalus, descubiertas en 1789 por William Hersel, son dos de las muchas lunas de Saturno, ambas en órbitas cercanas, de tamaño similar y con superficies heladas, aunque la primera tiene muchos cráteres, mientras que la segunda parece lisa. . Se sabe que Encedalus tiene un océano congelado en su interior, pero lo que hay debajo de la corteza de Mimas sigue siendo un misterio y se considera poco probable que contenga agua debido a la naturaleza de su superficie y sus cráteres.
