Luego de las elecciones del domingo, el debate sobre unificar los votos municipales con la Asamblea Nacional y los votos presidenciales volvió a la mesa de negociaciones para evitar afectar las actividades productivas y ahorrar recursos. El presidente Luis Abinader aprobó esta iniciativa y también recibió el apoyo del Conep (Consejo Nacional de la Empresa Privada), de la Asociación de Industrias (AIRD) y del presidente del Instituto, Ricardo de los Santos. A primera vista, no tiene sentido que el intervalo de tiempo entre los dos procesos sea de sólo tres meses, es decir, que un proceso no finalice cuando el otro comienza.
Los márgenes son cortos y el trabajo de la JCE como gestora de procesos es el mismo. La AIRD Julio Brache y los dirigentes del Senado coincidieron en que las votaciones de ese mismo año representaron un gasto excesivo. Pero ahora, por importantes que sean estas opiniones, se está formando un amplio movimiento para alcanzar un consenso sobre la modificación de la ley relativa a la celebración de elecciones.
Al menos tenemos el visto bueno del presidente Abinader, del presidente del Senado y de representantes de sectores económicos. Puede leer: Abinader dijo que no suele celebrar victorias ni lamentar derrotas Como actores de un sistema democrático, los partidos políticos deben tener en cuenta las emociones de los electores que eligen la unidad en las elecciones para limitar el proselitismo y los costos que genera, así como su impacto en las actividades productivas. La preocupación es razonable.