Se llevará a cabo de abril a junio en el recinto de la feria del libro de la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte. El 29 de julio de este año se cumplirán 134 años de la muerte en un campo cercano a la localidad francesa de Auvers-sur-Oise de uno de los pintores más famosos e influyentes de las artes visuales: el holandés Vincent Van Gogh. Quizás el poeta Hugo Ania Mercier quiso repetir su forma de morir cuando le dijo a la poeta Carilda Oliver Labra: Carilda, si no te casas conmigo, me suicidaré.
Lo repitió tres veces mientras subía las escaleras del juzgado de la ciudad cubana de Matanzas. Carilda, abogada como él, le dijo que era imposible, que estaba casada con un buen hombre. Hugo respondió pegándose un tiro en el pecho.
Pero con tan buen criterio no murió y Carilda lo cuidó en el hospital hasta que se recuperó y pudo ir a buscar sus cosas y irse a vivir con este loco. La foto de Van Gogh permaneció del otro lado dos días más. Y no volvió.
Se suicidó con un revólver tipo Lefaucheux calibre 7 mm, que fue subastado el 19 de junio de 2019 por 182.000 dólares. ¿Un coleccionista dominicano sería dueño de una de las 800 o 900 pinturas y 1.600 dibujos creados por el artista con hipergrafía? De lo contrario, llegará a Santo Domingo una fascinante exposición de la obra del artista que se cortó la oreja.
Vincent Van Gogh empezó a pintar a los 20 años y pintó con pasión hasta su muerte a los 37 años. Hablamos de 6.205 días de producción. Podemos estimar que en promedio entrega una obra cada 2,4 días.
Como sabe elCaribe, este nuevo tipo de experiencia se presentará desde el 10 de abril (día de inauguración) y el 12 de abril (día de apertura al público), hasta el 10 de junio. El emocionante evento se instalará en tres pabellones de la feria del libro en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, y en una carpa que será instalada especialmente para tal fin. De hecho, parece ser similar al que usaron para remojar a Iván Tovar.
Experimenta el arte inmersivo de Van Gogh que incluye obras como los famosos girasoles, la noche estrellada, el campo de trigo con cuervos, entre muchas otras. Un mártir artístico Durante su corta pero intensa vida, Van Gogh -se dice- sólo vendió un cuadro, aunque durante la mayor parte de su vida contó con el apoyo de su hermano Theo, quien tras casarse tuvo que dejar de ayudarlo. Sus primeros óleos en tonos oscuros representaron la vida pobre y poco halagadora de los trabajadores y agricultores de su tierra natal, los Países Bajos, como Un par de zapatos viejos (1886, óleo sobre lienzo 45, 5 × 37,5 cm); o Los comedores de patatas (1885, Óleo sobre cartón 82 × 114 cm).
Luego vino el período impresionista en París, de maneras más frescas y alegres, donde creó una serie de 200 cuadros, caracterizados por colores que aportaban luz y viva simpatía a los sujetos de la pintura, ciertamente como reflejo de su propia vida. El período en el que utilizó la fase de trazo se convertiría en su estilo definitivo y característico. La última fase creativa incluye sus años en Arles, un pequeño pueblo del sur de Francia que es sede de la Fundación Van Gogh, donde finalmente encontró la luz que hizo que sus pinturas se volvieran únicas.
Es allí, en Arles, pero también en Saint-Rémy (donde vivió un tiempo y tiene otro museo que lleva su nombre) y en Auvers-sur-Oise (donde se suicidó y donde está enterrado en el cementerio), donde Van Gogh logró la profundidad de su pintura gracias a sus emociones. Este período postimpresionista se caracteriza por la exploración del estado de ánimo con el color y las pinceladas. Fue allí donde nacieron sus Girasoles, ya no de la contemplación de la naturaleza, y también creó -en sólo dos años y medio- unos 463 cuadros, lo que lo convierte en uno de los pintores más admirados de todos los tiempos.
El fin de la vida y el éxito después de la muerte. Durante los dos últimos años de su vida, el artista se dio a conocer en los círculos de vanguardia y participó en exposiciones en París y Bruselas. Tras su muerte, su hermano Théo quiso que su obra fuera conocida por más gente.
Murió seis meses después. Jo van Gogh-Bonger, viuda de Théo y cuñada de Vincent, quería completar esta tarea. Vendió algunas obras, prestó algunos cuadros para exposiciones y publicó Cartas a Théo.
En uno de ellos decía: …El que le gusta estar solo y trabajar tranquilamente, y quiere muy pocos amigos, es el que se mueve con mayor seguridad entre los hombres y el mundo.