Los sacerdotes salesianos encontraron niños que tenían que trabajar y dejaron de ser niños en el momento equivocado Simpatizante del Atlético de Madrid y El Esgido, Juan Linares es un sacerdote que, con su estilo amable, acogedor y paciente, se ha convertido a lo largo de los años en sinónimo de labor pastoral, amor y compasión, apoyando a los niños que viven sin hogar en el país. El sacerdote salesiano fue el fundador de la red de Muchachos con Bosco, y después de trabajar en la Oficina del Dicasterio en España, estuvo en el campo, donde ejerció, entre otras funciones, la de asesor de antiguos alumnos de Don Bosco. Juan Linares resume sus 50 años como sacerdote con la mayor satisfacción y alegría al ver cómo muchos de sus destinatarios pudieron escribir historias con final feliz y sentir a través de ellos que la educación salesiana hace milagros.
¿Qué significa para usted celebrar 50 años como sacerdote? Celebrar 50 años de sacerdocio es un regalo maravilloso de Dios, tengo que recorrer un largo camino para poder acompañar a los jóvenes y convertirme en portador del amor de Dios por ellos. ¿Cómo vivió tu familia tu llamado?
Mi familia siempre favorece y apoya mi vocación. Por mi llamado misionero siempre estuve alejado de ellos, pero siempre estuvimos muy unidos en todo. ¿Qué significa para usted ser sacerdote salesiano?
Significa tener opciones en la vida y encontrar el lugar adecuado para cumplir la misión a la que me siento llamado. Es llegar a ser sacerdote feliz y comprometido, favorecer a los jóvenes más pobres, ser aquel que anima el sentido trascendente de la vida… Llegar a ser misionero.
¿Por qué centrarse en la atención pastoral a los niños de la calle? Cuando llegué a Santo Domingo conocí a muchos niños que por ser pobres tuvieron que trabajar y ya no eran niños. Me siento responsable de acompañarlos, de regresar a su infancia y de que puedan ser felices.
¿Cree que el país ha avanzado en la mejora de las políticas hacia los niños de la calle? Es cierto que se han dado pasos positivos, pero todavía queda un largo camino por recorrer. Debemos eliminar por completo esta esclavitud para todos los niños de nuestro país.
¿Cómo podemos interpretar la importancia del documental Canillitas para la comunidad salesiana y el país? El documental Canillitas quiere mostrar que hay 160 millones de niños trabajadores en el mundo y este grave problema pasa desapercibido. Esto demuestra que el sistema educativo vigente es de excelente calidad y debemos continuar implementándolo.
Se pretende tener un impacto sociopolítico para encontrar la causa del problema. Y por último, un llamado a la solidaridad. Sabemos que actualmente acompañas a miembros de la Federación de Antiguos Alumnos Don Bosco (Fedebosco), ¿qué proyectos tienes este año con este grupo de la Familia Salesiana?
Los antiguos alumnos de Don Bosco son los mejores frutos de la obra salesiana. Es una fuerza muy importante para construir una sociedad llena de valores. Pretendo animar a esta Federación a organizarse bien, apoyarla en el aspecto formativo y enriquecerla cada día para que podamos explicar su compromiso con un Plan Estratégico significativo.
No cabe duda que el pueblo dominicano es muy religioso, ¿qué les aconseja para que el país no pierda la fe por los antivalores que vivimos en la sociedad actual? Los dominicanos no podemos dejarnos engañar y perder de vista los valores de la fe que sustentan nuestra historia y que son tan esenciales para la calidad y la felicidad de nuestras vidas. Animo a todas las familias a ser espacios principales para la educación en la fe.
Innovación Intento siempre ser sacerdote renovándome y estando en armonía con el nuevo tipo de sociedad en la que vivimos. Más cerca de la gente Es muy importante ser sacerdote salesiano hoy y para ello hay que estar muy cerca de la gente.