La Academia Dominicana de Periodistas de Artes y Espectáculos (Adopae), en colaboración con la Dirección de Cine, organizó el sábado un debate en el que expertos analizaron el impacto de la ley cinematográfica en Las industrias creativas de la República Dominicana. El encuentro, titulado El florecimiento de la industria audiovisual en República Dominicana: explorando el impacto de la ley en el cine en República Dominicana, tuvo lugar en la Cinemateca Nacional y contó con la presencia de Marianna Vargas Guriliova, directora de la DGCiné, del cineasta Archie López, la productora Desirée Reyes, el experto en gestión financiera cinematográfica Gilberto Morillo, la abogada y periodista Laura Castellanos y la directora ejecutiva de Caribbean Cinemas, Zumaya Cordero. Severo Rivera, presidente de Adopae, dio la bienvenida a los participantes, mientras Vargas hizo un repaso de la ley del cine desde sus inicios hasta la actualidad.
A continuación, el Consejo planteó los éxitos y las preocupaciones que la mayoría de los administradores jurídicos condenan hoy. Archie López recuperó su posición de liderazgo en el cine y destacó que gracias a la ley el cine de todos los géneros ha logrado avances significativos. “Durante los años de estrecha colaboración con la Ley de Cine, hemos visto avances no sólo en la parte creativa sino también en lo que respecta a la formación de técnicos en diferentes campos”, afirmó Archie López.
Zumaya Cordero, directora ejecutiva de Cine Caribeño, habló sobre la recepción de las producciones locales y la importancia de la comedia. Desiree Reyes habla de que los nuevos talentos tienen la oportunidad de desarrollarse y contribuir. El productor y experto financiero, Gilberto Morillo, expresó preocupación porque, según información que tiene, el Ministerio de Hacienda planea recortar la ley cinematográfica o eliminarla cuando se introduzca una nueva reforma tributaria el próximo año.
Morillo reveló que había recibido señales alarmantes del sector empresarial, sugiriendo que debería detener toda inversión en producción cinematográfica ante el riesgo de que la Ley de Cine desaparezca. Laura Castellanos, abogada y locutora, destaca las amplias consecuencias que tendría eliminar esta ley. Considera que eliminar la ley de incentivos sería un error, especialmente cuando todavía existen incentivos en otras áreas y tienen una duración de hasta 50 años.
Durante el debate, los gestores culturales cuyos proyectos recibieron el certificado de interés cultural de la Autoridad Patrocinante denunciaron la imposibilidad de implementarlos, por un lado, por el desconocimiento de la ley en cuestión, por las numerosas puertas que encuentran y por la amenaza que supone esta ley. ocurrira. no trabaje al otro lado del Departamento del Tesoro.
La industria cinematográfica dominicana se encuentra en una coyuntura crítica, donde el apoyo legislativo es esencial para el crecimiento y la sostenibilidad de la industria. Abolir las leyes cinematográficas y de mecenazgo no sólo sería un revés cultural sino también económico para un sector que ha demostrado su capacidad para promover el talento local y atraer inversiones internacionales. Llamaron a enfrentar juntos acciones que puedan violar las leyes cinematográficas.
Dos artículos esenciales: 34 y 39 Se destaca que la ley del cine no es una ley económica sino una ley cultural. Insistimos en la coexistencia de los artículos 34 y 39 de la ley de cinematografía porque son interdependientes. La propuesta de limitar la Ley de Cine al artículo 39 exclusivamente a obras extranjeras en el país, además de restringir el cine nacional, no se logrará por varias razones, entre ellas la falta de tecnología para que los empleados puedan trabajar allí.