Las vacaciones de Semana Santa traen consigo calor, playas, piscinas, ríos, montañas, estandarizamos ¿Qué pasa? ¿Nuestra piel está sobreexpuesta al sol, al cloro y ¿agua salada? ¿Has viajado alguna vez a tu destino para pasar estos días de Semana Santa?
Por eso, estés donde estés, debes proteger tu piel de la ‘invasión natural’ de la luz solar y el agua salada. Mirna de la Cruz, doctora en cosmología, visitó las instalaciones del Listín Diario para hidratar su piel. Las vacaciones de Semana Santa traen consigo el calor, playas, piscinas, ríos, montañas, ¿cómo preparar tu piel para una mayor exposición al sol, al cloro y al agua salada?
Para poder conseguirlo hay que tener en cuenta dos puntos básicos: 1. Necesitamos hidratar nuestra piel y protegerla con un buen protector solar con un SPF mínimo de 30 (SPF significa Factor de Protección Solar y se refiere a cuánto durará un determinado protector solar. Protege tu piel de los rayos UV).
2. Restaurar la piel al final del día. Por la noche, antes de acostarte, aplica una crema hidratante que proteja y restaure la piel de tu rostro y cuerpo.
Este tipo de productos contienen nutrientes necesarios para la regeneración de la piel. ¿Qué debo evitar estos días? Durante estos días debemos evitar la exposición al sol de 10 a 16 horas.
Estas son las horas en las que el sol calienta más y el calor es más intenso. Pero si decides exponer tu cuerpo, hidrátalo y límpialo primero. ¿Porque?
Con la contaminación que encontramos cada día: el maquillaje, el medio ambiente y el sebo de los aceites de la piel, este órgano más grande del cuerpo se vuelve más sensible y al ataque del sol en general es más invasivo. Si es posible, limpia tu rostro con una semana de anticipación para que tu piel esté lista e hidratada. – Come frutas y verduras para hidratar tu piel.
– Aplicar protector solar cada tres horas. Si estás en la playa o piscina, cada vez que salgas seca tu piel y vuelve a aplicar.
