Santo Domingo. – La jefa de energía para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Gabriela Elizondo, habló sobre la importancia de la región en el panorama global de la transición energética, al participar en la Sexta Conferencia Ministerial de la ECPA en 2024. El evento reúne a líderes gubernamentales y expertos del gobierno de Estados Unidos, así como a organizaciones internacionales de finanzas y desarrollo para abordar los desafíos y oportunidades del sector energético.
En su discurso, Elizondo enfatizó que a nivel continental, las Américas están bien posicionadas para contribuir a los objetivos globales de seguridad climática y energética. Sin embargo, hay un énfasis en las diferencias regionales, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo de América Latina y el Caribe, que enfrentan desafíos particulares en esta área energética. Entre las cifras destacables se menciona que los combustibles fósiles constituyen alrededor del 66% de la matriz energética primaria de la región, cifra significativamente inferior al promedio global del 80%.
Esto se debe en parte a la alta participación de las energías renovables en la matriz de generación eléctrica. La electrificación del transporte y la industria avanza gradualmente en la región, impulsada por la continua innovación tecnológica y el uso de energías renovables. Además, la región está cerca de lograr su objetivo de acceso universal a la electricidad, con una tasa actual de acceso a la electricidad del 98%.
Beneficios para Los Ángeles y el Caribe Elizondo enfatizó que América Latina y el Caribe puede aprovechar su ventaja comparativa y su cercanía a mercados estratégicos para integrarse aún más como región y convertirse en una región clave en el suministro de productos bajos o nulos en carbono. Esto podría estimular el crecimiento económico a largo plazo y la creación de empleo en la región. Sin embargo, se reconoce que la región aún enfrenta desafíos importantes, como aumentar la eficiencia de las cadenas de suministro de energía, mejorar la calidad y el costo de los servicios y reducir la escasez de electricidad en las zonas rurales.
Para aprovechar al máximo las oportunidades y abordar los desafíos, se estima que los países de la región necesitarán invertir significativamente en infraestructura energética. Invierte para lograr tus objetivos El Banco Mundial estima que la inversión anual requerida para servicios energéticos con bajas emisiones de carbono deberá aumentar de 66 mil millones de dólares en 2022 a 180 mil millones de dólares en la década de 2026 a 2035, para alcanzar emisiones netas 0 para 2060. Lograr esta transición requerirá una combinación de fuentes financieras, incluido financiamiento en condiciones favorables, instrumentos financieros innovadores y un mayor desarrollo de los mercados de capital internos.
En este contexto, Elizondo destacó el apoyo del Banco Mundial a iniciativas en República Dominicana, como mejorar la gobernanza y la viabilidad financiera de las empresas distribuidoras de electricidad y la producción de electricidad a carbón. Finalmente, Elizondo reafirmó el compromiso del Banco Mundial de trabajar colaborativamente con todos los países para cumplir los compromisos acordados en la IX Cumbre de las Américas, de acuerdo con una visión de transición hacia una economía cero emisiones en las próximas décadas. Las opiniones de Elizondo las expresó cuando participó en la VI Conferencia Ministerial de la Unión de Energía y Clima de las Américas, celebrada los días 14 y 15 de marzo en el Centro de Convenciones de Bávaro, en Punta Cana, dependiente del Ministerio de Energía y Minas (MEM).
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