Washington, Estados Unidos, 20 de marzo. La administración del presidente Joe Biden llegó a un acuerdo para otorgar a Intel 8.500 millones de dólares de capital directo y 11.000 millones de dólares en préstamos para construir fábricas de semiconductores en los estados de Arizona. Ohio, Nuevo México y Oregón.
Biden planea hablar sobre la inversión más tarde hoy cuando visite el campus de Intel en Chandler, Arizona, que podría ser un estado indeciso en las elecciones de noviembre. La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, anunció que gracias a este acuerdo, Estados Unidos podrá producir el vigésimo chip más avanzado del mundo para 2030, frente a cero en la actualidad. Estados Unidos diseña semiconductores, pero la incapacidad de fabricarlos en el país se ha convertido en una cuestión de seguridad nacional además de económica.
No podemos fallar, dijo Raimondo en una conferencia de prensa telefónica, los chips de próxima generación están en el corazón de nuestra línea de innovación, especialmente cuando se trata de avances en inteligencia artificial y nuestro sistema militar. No podemos simplemente diseñar chips. Tenemos que hacerlos en los Estados Unidos.
A medida que la campaña presidencial se intensifica, Biden les dice a los votantes que sus acciones han llevado a un resurgimiento de la manufactura nacional y la creación de empleo. Su mensaje es una confrontación directa con el expresidente Donald Trump, el virtual candidato republicano, que aumentó los aranceles a las importaciones mientras estaba en la Casa Blanca con la promesa de proteger los empleos en el sector manufacturero y las exportaciones de China. Biden derrotó a Trump en Arizona por un margen del 49,4% al 9,1% en las elecciones de 2020.