WASHINGTON (AP) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio a conocer el lunes un plan presupuestario destinado a atraer la atención de los votantes: impuestos más bajos para las familias, menores costos de atención médica, mayores déficits presupuestarios y mayores impuestos a los ricos y corporaciones. Es poco probable que la Cámara y el Senado la aprueben, pero la propuesta para el año fiscal 2025 es un modelo para el año electoral de lo que podría deparar el futuro si Biden y sus compañeros demócratas ganan en noviembre. Si se aprueba el presupuesto de Biden, el déficit podría reducirse en 3 billones de dólares en una década.
Los ingresos fiscales aumentarán en un total de 4,9 billones de dólares durante este período, de los cuales alrededor de 1,9 billones de dólares se utilizarán para financiar diversos programas y el resto se destinará a la reducción del déficit. Los asesores de Biden dicen que el presupuesto es realista y detallado, y que las propuestas republicanas en competencia no son financieramente viables. La directora de presupuesto de la Casa Blanca, Shalanda Young, dijo que los republicanos en el Congreso no dicen qué recortarán ni a quién perjudicarán.
El presidente es increíblemente transparente y detalla todas las formas en que demuestra que valora al pueblo estadounidense. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, republicano por Luisiana, emitió una declaración conjunta con otros líderes republicanos, calificando la propuesta de Biden como un claro recordatorio de la insaciable codicia de la administración por el gasto imprudente. La propuesta proporcionaría unos 900.000 millones de dólares para defensa en el año fiscal 2025, unos 16.000 millones de dólares más que el valor de referencia.
El plan presupuestario de Biden reitera las solicitudes de financiación adicional realizadas en octubre para Ucrania, Israel y ayuda humanitaria a los palestinos. También pide financiación para aumentar el personal y los recursos en la frontera sur de Estados Unidos. Sin embargo, el gasto militar en 10 años disminuirá en 146.000 millones de dólares, hasta 9,57 billones de dólares.