Washington, 28 mar (Prensa Latina) El caso de subversión electoral por el que fue imputado en Georgia el expresidente estadounidense Donald Trump, hizo que la jornada de hoy enfrentara una importante audiencia, en la que el abogado intentó salvar el pellejo. Los representantes legales del expresidente buscaron que se retiraran los cargos en el caso procesado por la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, que es una de las muchas cuestiones planteadas por Trump, el virtual candidato a presidente del Partido Republicano, que debe enfrentar en las elecciones del 5 de noviembre. La defensa argumentó que los cargos contra su cliente deberían desestimarse basándose en la Primera Enmienda porque su discurso político como expresidente está protegido.
Trump, que no compareció ante el tribunal, fue acusado el año pasado por 18 asistentes (o ex asistentes) de una conspiración al estilo de una empresa criminal para revertir su derrota electoral de 2020. El fiscal de distrito del condado de Fulton, Donald Wakeford, rechazó el argumento de que las acusaciones falsas están protegidas por la Primera Enmienda y dijo que sus mentiras alentaron una conspiración criminal. Nunca ha sido procesado por mentirle (a Trump), enfatizó Wakeford.
Según informó CNN, señaló que fue acusado de mentirle al gobierno. Sin embargo, los abogados afirman que sus declaraciones falsas están protegidas por la Primera Enmienda, añadió. Eso no es lo que dice la acusación, dijo Wakeford.
No es sólo que mintiera una y otra vez, como señaló el abogado del acusado al enumerar todos los casos en la acusación. En cambio, la acusación alega que cada uno de ellos fue reclutado para actividades criminales con el fin de cometer un delito. Al final, no importa cuánto escuchemos sobre las nobles protecciones que ofrece la Primera Enmienda, es solo un intento de hacer que su señoría ignore el hecho básico de que esta declaración, esta expresión, toda esta actividad, se utiliza como parte de un patrón de conducta criminal, concluyó Wakeford.
Aún no se ha fijado una fecha para el juicio, pero el ideal de Trump es que se celebre después de las elecciones presidenciales, algo que Georgia no quiere. Este es uno de los cuatro casos penales que enfrenta el ex ocupante de la Casa Blanca, quien está haciendo campaña por las elecciones y la justicia en su camino hacia la Avenida Pennsylvania una vez más.