Un grupo de estudiantes pudo haber sufrido un golpe de calor durante un hecho ocurrido la mañana de este jueves en un centro educativo de la provincia de La Vega. Ante esta situación, lo mejor es que las personas tengan en cuenta los tres síntomas que se pueden sentir al sufrir un golpe de calor. – Hipertermia (aumento de la temperatura corporal) – Cambiar la percepción – Historia de vivir en lugares sin condiciones.
El golpe de calor es un aumento de la temperatura corporal provocado por la exposición a altas temperaturas, que puede ocurrir por una exposición prolongada al sol o por la realización de ejercicios vigorosos en lugares mal ventilados o con mucho calor, declaró el titular de la Agencia. Clínica Médica del Hospital Británico, Julio Bruetman, quien aclaró que estas situaciones de mucho calor pueden provocar que el paciente pierda rápidamente los líquidos y sales necesarios para la vida. Esta condición puede provocar deshidratación, alterando el funcionamiento normal del cuerpo y provocando diversos síntomas.
Según los expertos del Hospital Británico, algunos de ellos son: – Sed y boca blanda o seca – La temperatura corporal aumenta más de lo normal. Mantenerse bien hidratado es fundamental para el funcionamiento del organismo. Especialmente en épocas de altas temperaturas, beber mucha agua se vuelve más importante para evitar este tipo de síntomas y molestias.
Por eso es importante incorporar cantidades adecuadas de agua a tu dieta diaria. Dicho esto, beber agua se vuelve un poco más fácil en verano porque cuando hace calor, el cuerpo naturalmente necesita beber agua, pero eso no significa que deba estar hidratado. Los expertos coinciden en una serie de consejos para incorporar más líquidos a la ingesta diaria de agua.
1- Proporcionar suficiente agua. Para ello se recomienda beber líquidos, especialmente agua, a lo largo del día. Su cantidad varía en función de la edad de cada persona, la transpiración y posibles patologías.
A modo orientativo, dos litros de líquido frío al día pueden ser suficientes. 2- No esperes a tener sed para beber: sentir sed es el primer signo de deshidratación; Por eso es importante beber alcohol antes de llegar a este estado. Un buen consejo para esto es medir la ingesta de líquidos por la cantidad de botellas.
Si compras una bolsa de agua, podrás contar exactamente cuánta agua bebes cada semana. Establecer una meta es un buen primer paso para acostumbrarse a comer la cantidad necesaria todos los días. 3- Aumenta la hidratación al hacer ejercicio: si haces ejercicio en días de mucho calor, es fundamental beber suficiente agua antes, durante y después.
En estos casos, puedes optar por bebidas isotónicas para rehidratarte. 4- Aunque consumas refrescos, jugos o bebidas alcohólicas, igual es necesario consumir la cantidad de agua recomendada al día según tu edad y necesidades de mantenerte hidratado. Otras recomendaciones generales a tener en cuenta: Damián Zopatti, médico del Hospital de Clínicas, advierte que el golpe de calor generalmente es más común cuando las temperaturas ambientales son consistentemente altas durante varios días seguidos.
En ese sentido, continuó con la lista de recomendaciones y agregó: 5- Lleva una dieta baja en calorías. Evite los alimentos pesados y de digestión lenta. Fomentar el consumo de frutas y verduras.
6- Utilice ropa ligera y aireada, especialmente ropa de algodón, evite los materiales de nailon o poliéster. 7- Utilice gorras y gorros frescos cuando viaje durante las horas de sol. Usar gafas de sol también ayuda.
8- Evitar las horas de más calor (según zona geográfica) para realizar actividad física o exposición al sol. En nuestro país se debe evitar hacer ejercicio o caminar por la vía pública entre las 11 y las 16 horas. 9- Permanecer en espacios y ambientes bien ventilados para realizar las tareas diarias y hacer ejercicio.
10- Debes bañarte diariamente con agua tibia para reducir la temperatura corporal y disipar el sudor de la piel. 11- Consulta con tu médico sobre el consumo extra de líquidos o medicamentos crónicos o nuevos.