MADRID, 18 de marzo (EUROPA PRESS)- El mecanismo del estrés que hace que nuestro cerebro genere sentimientos de miedo en ausencia de amenaza sigue siendo un misterio. Ahora, neurobiólogos de la Universidad de California en San Diego (EE.UU.) han identificado cambios en la bioquímica del cerebro y han mapeado los circuitos neuronales detrás de experiencias de miedo tan generalizadas. Su investigación, publicada en la revista Science, proporciona nueva información sobre cómo se puede evitar la respuesta de miedo.
En su informe, Hui-quan Li, ex científico asistente del proyecto en la Universidad de San Diego (ahora investigador principal en Neurobiología) y el profesor Nick Spitzer de la Facultad de Ciencias Biológicas, describieron la investigación sobre los orígenes de su descubrimiento de los neurotransmisores (sustancias químicas que permiten que las células nerviosas del cerebro se comuniquen entre sí), que son la fuente del miedo generalizado causado por el estrés. Al estudiar el cerebro de las ratas en un área llamada rafe dorsal (ubicada en el tronco del encéfalo), los investigadores descubrieron que el estrés agudo provoca cambios en la señalización química en las neuronas del neurotransmisor excitador glutamato al neurotransmisor inhibidor GABA, lo que resulta en una respuesta de miedo generalizada. .
Nuestros hallazgos proporcionan información importante sobre los mecanismos implicados en la generalización del miedo”, dijo Spitzer, miembro del Departamento de Neurobiología y del Instituto Kavli del Cerebro y la Mente de la Universidad de California en San Diego. El beneficio de comprender estos procesos a nivel de detalle molecular (qué está sucediendo y dónde sucede) permite intervenciones específicas en los mecanismos subyacentes a los trastornos involucrados. Con base en este nuevo descubrimiento de los cambios inducidos por el estrés en los neurotransmisores, que se cree que es una forma de plasticidad cerebral, los investigadores examinaron los cerebros postmortem de personas con el trastorno de estrés postraumático.
También se confirmó en sus cerebros una conversión similar de neurotransmisores de glutamato a GABA. A continuación, los investigadores encontraron una manera de prevenir la creación de miedo generalizado. Antes de experimentar estrés agudo, inyectaron un virus adenoasociado (AAV) en las regiones dorsales de ratones para bloquear el gen responsable de sintetizar GABA.
Este método evita que las ratas adquieran un miedo generalizado. Además, cuando las ratas fueron tratadas con el antidepresivo fluoxetina (de marca Prozac) inmediatamente después de un evento estresante, se evitó el cambio de transmisor y la posterior aparición de miedo generalizado. Los investigadores no solo determinaron la ubicación de las neuronas que cambian los transmisores, sino que también demostraron la conexión de estas neuronas con la amígdala central y el hipotálamo lateral, regiones que el cerebro ha sido implicado previamente en la generación de otras respuestas de miedo.
Spitzer predice que ahora que conocemos los mecanismos subyacentes por los cuales surge el miedo inducido por el estrés y los circuitos que ejecutan ese miedo, las intervenciones pueden ser dirigidas y específicas.