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Dejó atrás a unos 50.000 prisioneros torturados y asesinados

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Actos ilegales, violaciones de los derechos humanos y civiles, mediante los cuales incitan al terror, el miedo y la esclavización de los civiles, así se llama esta protesta.

Sólo describir la palabra terrorismo de Estado nos da una escalofriante sensación de horror, y su simple definición es horror en cada palabra, el uso por parte del gobierno de funciones ilegales e ilegales. actos ilegales, violaciones de los derechos humanos y civiles, mediante los cuales incitan al terror, el miedo y la esclavización de los civiles, así se llama esta protesta. El terrorismo de Estado en la República Dominicana en el siglo XX abarca el período comprendido entre 1916 y 1978, evento de nuestra historia marcado por actos de violencia, amenazas de represalias y acoso por parte de las fuerzas del orden, así como por encarcelamientos, desapariciones forzadas y torturas.

. Desde Luisa De Peña Díaz, directora general del Museo Memorial de la resistencia Dominica (MMRD), no hay detalles exactos sobre el número de personas perdidas o torturadas durante este tiempo y esa es una de las razones por las que pregunta a la comisión del verdad. Puede leer: Luisa De Peña: Podemos educar sin maximizar los horrores de la tiranía Insistí en preguntarle: ¿el museo tiene estadísticas sobre el número de víctimas de la dictadura?

Según su respuesta, estimamos que hay cerca de 50.000 víctimas del terrorismo de Estado, entre asesinados, desaparecidos y torturados. Lamentó que los países latinoamericanos hayan introducido procesos de justicia transicional, comisiones de la verdad, examinando qué pasó y cómo pasó, excepto en República Dominicana. Incluso en Haití, país a menudo considerado lamentable por su inestabilidad, hubo una comisión para autenticar y examinar lo ocurrido bajo la dictadura de Jean-Claude Duvalier.

Por supuesto, y debido a que la democracia se construye sobre la impunidad, ahora tenemos una sociedad con dobles estándares, donde las familias los obedecen y el honor lo otorgan ellos y no la herencia, no sus prácticas personales; Esto es propio de sociedades que practican dobles raseros y no se puede hablar de comisiones de la verdad porque aquí hay gente que no acepta que algunos de sus descendientes sean agentes de la dictadura. Continúa explicando que el heroísmo no es hereditario, ni tampoco lo son las fechorías de tus antepasados. Ahora cuando lo niegas dicen que te pertenece y siempre me gusta poner de ejemplo la teoría de la doble moral de la sociedad dominicana que el hecho de que en el Templo de la Patria estén los restos de Pedro Santana con María Trinidad Sánchez, luego Santana y primer dictador dominicano.

Sin embargo es una figura importante pero no podemos olvidar que Balaguer fue el último presidente de la dictadura de Trujillo pero Balaguer lleva tantos años desaparecido y nadie se atreve a excluir a Santana del Salón de los Amantes ¿Agua Inmortal? La Universidad de Chile realizó un estudio sobre la dictadura chilena, que demostró que quienes sufrieron el terrorismo de Estado aparentemente lo transmitieron a la sexta generación, es decir, poco más de 100 años. Esto se muestra en este país cuando escuchamos a la gente decir que les enseñaron a no sentarse de espaldas a la puerta o si encuentran dinero todavía dicen: tengan cuidado si es un gancho.

Es importante resaltar que el terrorismo de Estado no terminó con la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, según el director general del MMRD, este trágico período decayó cuando el entonces presidente Antonio Guzmán firmó dos importantes decretos de mando. El primero incluye la liberación de los presos políticos, el reconocimiento de que esta prisión política ha desbaratado el terrorismo de Estado permitiendo el regreso de los exiliados políticos y de los militares retirados sospechosos de violar los Derechos Humanos. Digo sospechoso porque ninguno de ellos ha sido investigado ni condenado.

Continuó explicando que estos dos pasos facilitan la transición a la democracia. Por eso, después de 1978, el país no vivió una nueva dictadura, a pesar de que Joaquín Balaguer regresó al poder.

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