Aquí estoy con mis trenzas. Mi peluca. La representante negra Fanta Berete dijo que cuando solicité un trabajo, me pidieron que me alisara el cabello.
La Asamblea Nacional (diputados) aprobó este jueves la primera lectura de un proyecto de ley contra la discriminación capilar, especialmente en el ámbito laboral, pese a las reservas de algunos expertos sobre la naturaleza y utilidad de esta iniciativa. Respaldado por Olivier Serva, diputado independiente de Guadalupe, el documento prevé añadir el corte, el color, la longitud o la textura del cabello a la lista de discriminaciones punibles por la ley. El texto, que fue aprobado con 44 votos a favor y dos en contra, deberá ahora ser debatido en el Senado, donde el resultado de la votación es mucho más incierto.
En Francia, la discriminación basada en la apariencia está teóricamente sancionada, afirmó Serva. Pero subrayó que existe una brecha entre la teoría y la realidad. El congresista mencionó a las mujeres negras que se sienten obligadas a alisarse el cabello antes de las entrevistas de trabajo, a las pelirrojas, víctimas de muchos estereotipos negativos y a los hombres calvos.
Aquí estoy con mis trenzas. Mi peluca. Cuando solicité un trabajo, me pidieron que me alisara el pelo, dijo la legisladora negra Fanta Berete, miembro de la mayoría presidencial.
Existen leyes similares en 20 estados de EE.UU., que han identificado la discriminación capilar como una expresión de discriminación racial. En el Reino Unido, la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos ha publicado unas directrices sobre la discriminación capilar en las escuelas. – Destacar este tipo de discriminación – Serva señaló un estudio estadounidense que encontró que una cuarta parte de las mujeres negras encuestadas dijeron que habían sido ignoradas para trabajos debido a la forma en que llevaban el cabello durante las entrevistas de trabajo.
Este tipo de estadísticas son difíciles de encontrar en Francia, que prohíbe la recopilación de datos personales referentes a la raza u origen étnico de una persona según los principios universales de la República Francesa. Daphné Bedinade, antropóloga social, comentó que, de hecho, el proyecto de ley no contiene terminología racista, destacando que esta omisión es problemática. Dijo a Le Monde que sólo hablar de discriminación capilar oculta el problema de las personas cuyo cabello es discriminado, principalmente las mujeres negras.
Para la ministra de Igualdad de Género, Aurore Bergé, el texto tiene el valor de poner de relieve este tipo de discriminación, aunque la ley ya permite luchar contra ella. ‘Se trata de un problema real, grave y político, que afecta principalmente a las mujeres y a las personas racializadas’, afirmó la vicepresidenta del partido de izquierda radical Francia Insumisa, Danièle Obono, quien, al igual que la ergonomía del parto, subrayó Sabrina Sebaihi. En cambio, Xavier Bretón, miembro del partido de derecha Los Repúblicas, denunció la ideología militarista y los comentarios que sólo buscaban perturbar nuestra sociedad.
En la derecha, Philippe Schreck pidió que no se burlaran ni ridiculizaran el proyecto de ley, pero así lo solicitaron. ¿Nos enfrentamos a los problemas diarios de las personas con discapacidad? Algunos críticos del texto argumentan que es innecesario, ya que la discriminación basada en la apariencia ya está prohibida por ley.
Eric Rocheblave, abogado especializado en derecho laboral, cree que no existe un vacío jurídico.