El Papa Francisco volvió a pedir a un asistente que leyera su discurso y ayer no pudo subir al auto papal por problemas de salud. La respiración y la movilidad lo siguen afectando. El Papa, de 87 años, celebró su audiencia semanal al aire libre en la Plaza de San Pedro por primera vez este año, a pesar del clima frío.
Pero una vez más el catequista es el asistente, como en los últimos días. Puede leer: Es una pena que hayan recibido a Ariel Henry, dijo portavoz de la comunidad haitiana en Puerto Rico El miércoles pasado, Francisco acudió al hospital para realizarse pruebas diagnósticas no especificadas, cuyos resultados aún no se han hecho públicos. En los últimos meses padeció gripe y bronquitis, según dijeron el Vaticano y el Papa.
A finales del año pasado, Francisco se sometió a una prueba que descartó una neumonía, pero aun así tuvo que cancelar su viaje al Golfo Pérsico debido a una bronquitis infecciosa aguda. El Papa también sufrió una fractura de rodilla y una tendinitis que le obligaron a utilizar una silla de ruedas a partir de 2022. Sin embargo, suele poder caminar un poco con la ayuda de un bastón o un andador, una vez que le han quitado las ayudas.
Ly le ayuda a despertarse arriba.