WASHINGTON (EFE). — El Pentágono ha llegado a la conclusión de que no hay pruebas de que haya habido visitas extraterrestres a la Tierra o de que el gobierno de Estados Unidos esté ocultando al público la existencia de naves espaciales extraterrestres . El Pentágono expresó su postura a través de un informe elaborado por la Oficina de Resolución Irregular de Todas las Áreas (Aaro), establecida por el Departamento de Defensa estadounidense en 2022.
El informe concluyó que Aaro no encontró evidencia de que la investigación del gobierno estadounidense y los académicos hubieran confirmado avistamientos de ovnis tecnológicos extraterrestres. La oficina afirmó que los avistamientos de objetos voladores no identificados eran esencialmente fenómenos comunes mal identificados, según el documento. Aaro señaló además que todas las investigaciones realizadas por gobiernos extranjeros hasta la fecha han llegado a la misma conclusión.
Investigación Para preparar el informe, los investigadores tuvieron acceso completo a todos los programas sensibles del gobierno de EE. UU., como los del Departamento de Defensa, el Ejército y las agencias de inteligencia. Según el documento, Estados Unidos ha estado investigando avistamientos de ovnis desde 1945 para determinar si representan un riesgo para la aviación, si son tecnología extranjera o extraterrestres o no, un punto que aún no se ha demostrado.
Los investigadores detallan en el informe que la gran cantidad de contenido extraterrestre en la cultura popular ha creado una percepción entre algunos segmentos de la población de que el gobierno ha estado conspirando desde la década de 1940 para ocultar la existencia de extraterrestres al público. Aaro reconoce que muchas personas creen en estas versiones, basándose en sus propias percepciones, las experiencias de otras personas en las que confían o de los medios de comunicación que consideran dignos de confianza, según el documento. El año pasado, David Grusch, ex oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea estadounidense, testificó ante el Congreso estadounidense que el gobierno estaba en posesión tanto de naves espaciales de origen extraterrestre como de los restos de sus ocupantes allí.