Para muchas cocinas gestionadas por organizaciones sociales, el creciente número de participantes se ha vuelto difícil de gestionar después de que el gobierno redujera o suspendiera la entrega de alimentos sólo como parte de drásticos recortes en el gasto público y revisiones de este modelo de soporte. Cientos de miembros de organizaciones sociales bloquearon este lunes múltiples accesos a la ciudad de Buenos Aires para exigir alimentos para comedores comunitarios en una protesta en la que se enfrentaron reiteradamente con policías, que utilizaron camiones de bomberos y gasolina para dispersarlos. Los manifestantes han cortado algunos puntos de acceso a la capital argentina, mientras que los bloqueos también se han replicado en otras ciudades del país para exigir que el gobierno ultraliberal de Javier Milei restablezca el suministro de alimentos y otras ayudas a los comedores populares dirigidos por organizaciones de izquierda y peronistas.
La protesta, en la que los manifestantes pretenden recortar 500 presupuestos en todo el país, fue encabezada por el Sindicato de Trabajadores Económicos Populares, Polo Obrero y el Movimiento Socialista de los Trabajadores, que puso en duda la política regulatoria liderada por el gobierno. y la falta de respuesta a la emergencia alimentaria. Las fuerzas policiales arrojaron agua y gas pimienta a decenas de manifestantes reunidos en las entradas de la capital, como parte del reciente protocolo de seguridad del gobierno que prohíbe el bloqueo de las vías públicas durante las protestas.
Las tropas terrestres también avanzaron hacia los manifestantes que se manifestaban en una de las fronteras que separan la capital de la provincia de Buenos Aires. Algunos activistas dijeron que fueron expulsados mientras expresaban pacíficamente sus opiniones. Por otro lado, imágenes grabadas por canales de televisión mostraron a los participantes de la protesta arrojando piedras y otros objetos a las fuerzas de seguridad.
Para muchos comedores populares administrados por agencias sociales, el creciente número de participantes se volvió difícil de manejar después de que el gobierno redujo o suspendió las entregas de alimentos como parte de fuertes recortes en el gasto público y consideró apoyar este modelo. La creciente demanda en los comedores se produce cuando los precios de los alimentos y de los servicios básicos como el transporte público y la electricidad se disparan. La inflación en febrero fue del 13,2%, mientras que la cifra del mismo período del año pasado fue del 276%.
El Ministerio de Trabajo afirma que, por su parte, ha descubierto acciones arbitrarias de las organizaciones en la elección de los beneficiarios de los alimentos, que los costos para el Estado son elevados, que el control de los productos cuando salen de los almacenes del Estado es terrible. …y bajo los auspicios de estos grupos hay pseudodepredadores. El Ministerio destacó que la tarjeta Alimentar es la política social más efectiva porque llega al bolsillo de 3,8 millones de personas sin intermediarios.
Este beneficio se ha incrementado y se paga principalmente a familias con hijos menores de 14 años y mujeres embarazadas.