WASHINGTON. Josh Paul es el primer rostro, y con diferencia el más visible, de la creciente oposición dentro del gobierno estadounidense al firme apoyo del presidente Joe Biden a la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza. Sólo habían pasado dos semanas desde que Israel comenzó a bombardear tierras palestinas en represalia por la masacre de Hamas del 7 de octubre cuando Paul, entonces funcionario del Departamento de Estado, fue noticia al presentar su renuncia.
Fue una decisión difícil, pero en cierto modo no lo fue, porque sabía que habíamos cruzado la línea roja”, recordó cinco meses después en una entrevista con Efe. Lo que fue diferente aquí y representó una línea roja es que ya no había lugar para ningún debate político después del 7 de octubre, recordó. Después del ataque de Hamás, recuerda Paul, hubo prisa por armar a Israel y se supuso que las órdenes del gobierno debían seguirse sin dejar lugar a desacuerdos internos.
Sentí que tenía que hacer algo. No hay espacio en el gobierno ni interés en el Congreso para liderar este debate, el único lugar que queda es el sector público. Sabía que tenía que parar”, dijo.
Cuando presentó su dimisión el 18 de octubre, unos 2.500 palestinos habían muerto en el bombardeo de Gaza, una cifra que Paul consideró demasiado alta en ese momento. Según datos de Hamás, la fuerza que controla el territorio palestino, hasta la fecha más de 30.000 personas han muerto en ataques terrestres, marítimos y aéreos del ejército israelí. ‘Es desgarrador’, dice Paul, quien sostiene que Estados Unidos es responsable de gran parte de este sufrimiento debido a su continuo suministro de armas que lo causan.
Cientos de funcionarios y políticos del gobierno estadounidense firmaron una carta pidiendo a Biden que cambie su postura sobre el conflicto. El apoyo entre los jóvenes estadounidenses a un alto el fuego en Gaza es abrumador, y Biden recibió una llamada de atención el martes en las elecciones primarias en Michigan, un estado con grandes comunidades árabes y musulmanas, donde más del 13% de los votantes demócratas votaron en blanco. , absteniéndose en su mayoría.
, para protestar contra la guerra. Con el tiempo, Biden ha aumentado las críticas a las consecuencias humanitarias de la ofensiva de Israel y la semana pasada, por primera vez, Estados Unidos presentó una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas recomendando una moratoria temporal. Según Paul, todo se debe a la presión dentro de Estados Unidos, ya que muchos en el gobierno están muy preocupados por la situación, y también fuera, ya que esta situación ha dañado las relaciones con los aliados de Washington en Medio Oriente.
Además, este exfuncionario destacó que la actitud del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dispuesto a continuar la guerra a cualquier precio, no apoya a Biden. ‘Creo que cuando Estados Unidos se dio cuenta del daño causado por su acercamiento a Israel en este conflicto, comenzaron a ver que el cambio era necesario’, dijo.