Aunque se están considerando sanciones para quienes violen los límites de gasto en las campañas presidenciales y del Congreso del 19 de mayo, la JCE tendrá que garantizar que se respete este estándar. Para ganar una elección, a un candidato presidencial, senador y diputado no le importan las sanciones en su contra mientras la victoria esté garantizada. La norma, recogida en la ley 20-23, vinculada al régimen electoral, está bien diseñada.
Hay un límite de inversión por elector, por lo que el monto invertido en el Distrito Nacional no será el mismo que el gastado en Pedernales. Las declaraciones de ingresos y gastos que deben presentar los partidos políticos, más allá del origen de los recursos, no plantean la menor complicación. Como dicen coloquialmente, esa es la gota que colma el vaso.
Pero sabemos que para ganar votos, los partidos y los candidatos son capaces de cualquier cosa, incluso si es necesario restaurar la moral y continuar con la corrupción. Es bien sabido que la JCE no puede hacerlo todo y las limitaciones que aún enfrenta el sistema institucional, pero algo habrá que hacer para que los candidatos respeten las normas.