El historiador Francisco Guerra publicó una investigación realizada para la Universidad de Alcalá de Henares, que reveló lo siguiente: Se cambió la salud del pueblo americano con su entorno porque a partir de 1492, tras el contacto con los españoles, desaparecieron portadores de nuevas enfermedades. Es importante señalar que, si bien en América existían epidemias antes de la invasión española, su propagación y consecuencias fueron menos dañinas para la población prehispánica, hasta que los barcos europeos y la introducción de caballos al continente la provocaron. propagación y enfermedad a un ritmo y extensión desconocidos hasta entonces.
Al respecto, un artículo publicado por la historiadora Mónica Alabart titulado Epidemias del siglo XVI en la América colonial española sostiene que, desde la llegada de Cristóbal Colón a las Indias Occidentales, una serie de enfermedades traídas por los europeos desde el Viejo Mundo devastaron vidas. …población indígena. Los cambios radicales que los conquistadores impusieron a las sociedades primitivas, así como la aparición de agentes biológicos sin inmunidad, provocaron una grave crisis demográfica.
Puedes leer: Catedral de los Primados de América: luce impresionante y renovada, resistiendo el paso del tiempo La viruela, el sarampión, el tifus, la tos ferina, las paperas, el hambre, la desnutrición y la explotación física y mental siguieron a la conquista española, causando la muerte de millones de indígenas. A medida que avanzaba la conquista, también avanzaba la colonización y evangelización a instancias de los Reyes Católicos, quienes ordenaron al gobernador de turno, Nicolás de Ovando, construir hospitales de acogida y atención a los pobres, así como a cristianos e indios. Un estudio realizado por el proyecto Mundos Conectados: El Caribe, Orígenes del Mundo Moderno, liderado por Consuelo Naranjo Orovio, describe que el 29 de noviembre de 1503 se fundó el Hospital San Nicolás de Bari, el primer hospital de Santo Domingo.
Al principio era una choza de tejas con techo de caña, pero Ovando puso todo su empeño en mejorarla y pronto comenzó a construir un gran hospital capaz de atender a los isleños y a los que allí llegaban. . Posteriormente, en el solar de la casa de madera, se construyó la iglesia hospital y hoy es la capilla del santuario de Nuestra Señora de la Altagracia.
Su historia comienza en el siglo XVI y ha pasado por varios periodos con condiciones favorables para su desaparición, entre el abandono y el rescate. Al verlo hoy en su esquina entre Santomé y Arzobispo Nouel, tendemos a imaginarlo con serena majestuosidad, como si siempre hubiera sido así. Durante sus más de 400 años, como era de esperarse, ha adoptado diversas formas, siempre acompañada de una capilla, que adquirió mayor importancia durante la época colonial.
El arquitecto José Enrique Delmonte lo explica en un artículo publicado en la revista Arquitexto: Su origen constructivo se remonta a la segunda mitad del siglo XVI para ser utilizado por los formalmente pobres y especialmente los sacerdotes. Su nombre original fue Hospital de San Andrés Apóstol, dependiente de la Iglesia y beneficiario de aportaciones de la Corona.