Tanto Israel como Hamás han sufrido, con distintas consecuencias para sus respectivas poblaciones, el crimen de lesa humanidad conocido como genocidio. Todas las voces piden a Israel que ponga fin a la masacre, actualmente 31.000 civiles están muertos y más de 70.000 heridos, las ciudades están devastadas e indefensas. ¡Eso es suficiente!
Fue una masacre que debería avergonzarnos. Se trata de un genocidio sin sentido que comenzó con un ataque terrorista sin sentido el 7 de octubre, cuando Hamás lanzó un ataque sorpresa contra Israel que provocó la condena mundial. Hamás ha participado en un acto de terrorismo injustificable, que da a Israel el derecho a defenderse, pero contra militantes de Hamás y no contra civiles palestinos inocentes, especialmente niños, mujeres y ancianos.
También te puede interesar: Don José León Asensio Después del ataque, el ejército israelí respondió con una demostración de fuerza excesiva, militarmente ambigua y brutal, calificándolo de genocidio contra el pueblo palestino sometido a un vil proceso maquiavélico de ataque, que provocó bajas masivas entre los civiles palestinos. especialmente mujeres y niños. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha perdido toda perspectiva ante una situación que debería haberse abordado con otros criterios que la venganza ciega.
Es sumamente lamentable sufrir bombardeos contra civiles y sentir la brutalidad de promover el hambre limitando la ayuda humanitaria, lo que nos da vergüenza. La situación de las familias de los rehenes es triste. Con estos seres queridos, nuestra solidaridad.
El inicio del Ramadán es el momento exacto para un alto el fuego, para lograr la libertad de los rehenes israelíes. Israel debe dejar de demostrar locura táctica. El Primer Ministro israelí está dominado por su ego y su masculinidad.
No pensó en los rehenes ni en sus familiares. No piensa ni actúa por las víctimas inocentes. Este es el comportamiento que creo que Israel debería adoptar: Suspender el bombardeo de estructuras civiles.
Permitir que la ayuda humanitaria pase por todos los canales posibles, especialmente alimentarios y médicos. Proporcionar acceso a la ayuda humanitaria. El inmediato alto el fuego de Radaman.
Intercambiar a todos los rehenes israelíes por 600 prisioneros palestinos. Aceptar el establecimiento de un Estado palestino.
