Los países gobernados por la derecha han enviado figuras de nivel inferior, como Ecuador, encabezados por su embajador al que representan en San Salvador. Los líderes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se reunirán este viernes en la isla caribeña de San Vicente y las Granadinas para su octava cumbre anual, la primera que estuvo marcada por las tensiones fronterizas entre Venezuela y Guyana, así como por la violencia. en Ecuador y Haití.
A la reunión asistieron presidentes de izquierda como Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Gustavo Petro de Colombia, Nicolás Maduro de Venezuela y Miguel Díaz-Canel de Cuba, al igual que el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres. Los países gobernados por la derecha han enviado figuras de menor nivel, como Ecuador, representado por su embajador en San Salvador. América Latina y el Caribe han demostrado que la solidaridad por la paz es posible y marca la diferencia, dijo Guterres en su discurso ante la sesión plenaria.
El jefe de la ONU destacó la declaración conjunta sobre diálogo y paz entre Guyana y Venezuela en el conflicto por la soberanía del territorio petrolero del Esequibo, que ha generado temores de un conflicto armado en la zona en diciembre pasado. Maduro y su homólogo guyanés, Irfaan Ali, se comprometieron a no utilizar la fuerza ni aumentar las tensiones, en un proceso en el que la Celac jugó un papel mediador. Este viernes, los dos celebraron este reencuentro intercambiando regalos y dándose la mano.
Alí entregó una botella de ron y una medalla de su país a Maduro, quien agradeció el gesto con una caja repleta de productos venezolanos. El Secretario General también advirtió sobre la violencia en Ecuador, donde continúa la guerra contra el narcotráfico, y Haití. Respecto a la pequeña nación caribeña, enfatizó la necesidad de alcanzar una solución política y apoyo financiero para poner fin a la actual crisis.
La presidenta hondureña, Xiomara Castro, se sumó al llamado a la paz en la región, aunque rechazó la intervención de fuerzas ajenas a los 33 estados de la Celac. Castro, quien asumió la presidencia ‘pro interina’ del grupo regional creado en 2010, dijo hoy que debemos ratificar nuestro compromiso de que los pueblos de América Latina y el Caribe nunca utilizarán la violencia contra un Estado hermano. Las diferencias entre las naciones de este país están limitadas por un resultado de nosotros y los nuestros, sin intrusiones ni presiones externas, con el diálogo como tema de discusión y pensamiento actual en términos de bienestar regional y autodeterminación de los pueblos, agregó la mandato y puede haber una excepción en los ESTADOS UNIDOS.
El gigante norteamericano recibió críticas menos veladas por parte de Petro, quien calificó de fracaso la guerra contra las drogas lanzada en Washington. El presidente dijo que hemos vivido el genocidio de millones de latinoamericanos durante el último medio siglo y criticó a Estados Unidos por construir una estrategia basada en la represión y no en la prevención y la salud pública. El presidente de Colombia, el país que más cocaína produce y exporta, añadió en Kingstown que los resultados no pueden ser más dramáticos ni más desafortunados.
Antes de la intervención, Petro recibió el apoyo de Guterres en conversaciones de paz con guerrillas como el ELN y dos grupos escindidos de las FARC que no depusieron las armas en 2016. Se espera que Petro se reúna con su homólogo brasileño, Lula da Silva, para discutir la situación en Gaza. Ambos presidentes han sido muy críticos con la intervención de Israel en tierras palestinas.
Durante la cumbre, Lula propuso una moción de la Celac exigiendo el fin inmediato de dicha campaña militar, que calificó de genocidio. La tragedia humanitaria en Gaza requiere que todos seamos capaces de hablar sobre el castigo colectivo que el gobierno israelí está imponiendo al pueblo palestino, dijo, pidiendo a Guterres que lleve esta cuestión a la atención del Consejo. Concejo.
Según Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, más de 30.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, han muerto en operaciones militares israelíes en Gaza desde el 7 de octubre. Ese día, miembros de este grupo islamista mataron a unas 1.160 personas en Israel, la mayoría civiles, según cálculos de la AFP basados en datos oficiales israelíes.
