El pasado jueves, a las 15, 345 alumnos de la escuela básica Las Carreras continuaron recibiendo clases en clases difíciles e improvisadas que incluyeron a la comunidad, la Asociación de Padres y Amigos del Colegio (APMAE) y el Consejo de Administración Escolar para ayudar a los niños a no perderse el año escolar actual. Los estudiantes de este centro educativo se educan en el primer, básico y primer ciclo de la secundaria básica, incluyendo 18 divisiones y un equipo de docentes que trabajan en medio del polvo, los espacios reducidos, el calor insoportable y la inquietud de los estudiantes. agitado.
. Todos actúan bajo la presión del entorno desfavorable de estos espacios improvisados, bajo una tienda de campaña, un campo y el terreno de un antiguo bar hoy convertido en templo de una iglesia católica, que les han prestado temporalmente. Las condiciones para que estos estudiantes sigan asistiendo a la escuela son sumamente precarias, así lo describe la maestra Ingrid Guerrero, quien enseña a alumnos de 4to grado en esta escuela, cuyas instalaciones fueron demolidas en julio pasado bajo la promesa del Ministerio de Educación (MINERD).
, en 10 meses tendrán un nuevo campus con 16 aulas modernas, un comedor asequible, una cocina y una cancha deportiva. Nuestras condiciones de trabajo son muy malas; Guerrero exclamó: Hace demasiado calor, demasiado polvo, el espacio está demasiado abierto, hay demasiado ruido aquí. En el lugar donde funcionaba el antiguo taller, reconvertido en iglesia comunitaria, debieron organizar 10 departamentos de trabajo; dos primarias, dos primarias y una elección de cuarto año, que se llevarán a cabo tanto por la mañana como por la tarde.
También están activas otras seis zonas, divididas en tres zonas de mañana y tres de tarde, bajo una choza prestada, y otras cuatro zonas están ubicadas en una casa de madera en difíciles condiciones construida en un terreno que un compañero de escuela cedió al centro educativo. Luis Soto, maestro de esta escuela que se recupera de una cirugía dental, dijo que el ruido y el caos que crean las aglomeraciones de niños en estos espacios reducidos lo obligaron a levantar la voz por encima de lo necesario, esto afecta su salud. La profesora Ingrid Guerrero, coordinadora educativa del centro y miembro de la unidad básica de ADP, explica: “En estas condiciones, los niños no adquirirán aprendizajes significativos ni habilidades básicas y específicamente ofrecidas por los programas y programas extracurriculares de recuperación de Dominica.
Queja Listín Darío denunció estos espacios inadecuados en las aulas para niños de 5 a 12 y 13 años en múltiples informes publicados en octubre pasado. Editorial Listín Diario, alarmado por tan triste situación, incluso puso el tema en su editorial con el titular: Una vergüenza mayor. Compromiso El MINERD prometió remediar esta situación estableciendo aulas móviles para estos estudiantes e iniciando la construcción de nuevas instalaciones de inmediato.