La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) se reunió recientemente en Viena, con la participación de muchos países del mundo, y entre muchos discursos, podemos concluir, aunque es difícil llegar a una conclusión que admite, que la guerra contra el tráfico y el consumo de drogas está fracasando. Nada más podría ser tan significativo como dijo Ghada Waly, Directora Ejecutiva de la ONUDD: Hoy en día, las drogas sintéticas dominan el mercado y sustancias como el fentanilo están causando muertes por sobredosis. Anthony Blinken, secretario de Estado para América del Norte, también visitó Viena y dijo estar muy preocupado por los estragos del fentanilo en su país, donde 70.100.000 personas mueren cada año por sobredosis, muertes por el opioide sintético 50 veces más fuerte que la heroína.
Las preocupaciones que dominaron la conferencia de la ONUDD llevaron a la Sra. Waly a afirmar, y es por eso que decimos que el caso fracasó, que la demanda del tráfico ilegal de drogas y la violencia asociada con él han causado consecuencias devastadoras. El problema mundial de las drogas se está volviendo más complejo debido al crecimiento de Internet como mercado, con precursores y productos químicos no regulados que intercambian conocimientos de fabricación a través de plataformas, y debido a los costos de la electricidad que dificultan el seguimiento de las transacciones.
Lo desafortunado que resuena en Viena es que mientras la demanda aumente, no habrá policía ni agencia encargada de hacer cumplir la ley capaz de acabar con el mercado ilegal de drogas. Con el paso de los años, las naciones tomaron medidas; Conferencias como la de Viena y grandes discursos no han impedido que el tráfico de drogas, el comercio de armas o la inmigración ilegal se conviertan en los fenómenos sociales dominantes del siglo XXI. Dejando atrás este mundo complicado, Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, criticó el viernes la práctica de arrestar a personas por fumar marihuana y calificó de absurda cualquier restricción en su país donde se consume marihuana.
38 lo admitieron. utilizado como medicina. Por lo tanto, vemos que la adhesión de cada país a sus propias leyes y prácticas contribuye a la complejidad de esta lucha.
Un ejemplo es, en el contexto del que habla el vicepresidente Harris, en países como el nuestro, el patio trasero de Estados Unidos, estamos a años luz de legalizar la marihuana.
