A propósito de la reciente firma de acuerdo entre el primer ministro del país, caribeño Ariel Henry, con las autoridades de Kenia para el despliegue de la fuerza, el organismo insistió en la necesidad de medidas en materia de financiación y cualquier otro tipo de apoyo.
El portavoz del secretario general (António Guterres), Stéphane Dujarric, aseguró que el aumento de la violencia y el deterioro de la situación remarcan la necesidad de un trabajo más rápido para esa iniciativa.
Llevamos meses hablando de cómo los civiles en Haití y Puerto Príncipe están básicamente atrapados por la violencia de las pandillas, advirtió el vocero al recordar que las escuelas permanecen cerradas, los hospitales no funcionan y la gente sufre a diario.
Este viernes, el propio Guterres instó a los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) a “hacer mucho más para asegurar el despliegue de esta Misión sin más demoras y una solución política que pueda resolver los problemas fundamentales del país».
Durante la octava cumbre del bloque, el titular de la ONU consideró grave la situación en Haití, a medida que las pandillas mantienen al país como rehén y utilizan la violencia sexual como arma.
El primer ministro haitiano firmó en esta jornada un acuerdo formal de seguridad que permitirá el despliegue de mil agentes de policía kenianos que formarán el núcleo de la nueva fuerza multinacional respaldada por la ONU.
Hasta el momento, el principal obstáculo para el despliegue de la Misión era la paralización dentro del poder judicial de Kenia de su participación a pesar de la disposición del Gobierno para liderar la iniciativa.
El acuerdo bilateral era una condición previa clave establecida por el Tribunal Superior de la nación africana para dar luz verde.