De izquierda a derecha: Padre Nelson Acevedo, Padre Abraham Apolinario, José Monegro, director de El Día; Padre Miguel Amarante y Padre Pedro Vázquez. Santo Domingo.- Los sacerdotes de las parroquias de Santo Domingo condenaron este miércoles la expulsión de ciudadanos haitianos que lleva a cabo el Gobierno dominicano mientras el país vecino atraviesa una crisis, donde la violencia aumenta cada día exponencialmente. El padre Abraham Apolinario, Vicario de Pastoral Social de la Arquidiócesis de Santo Domingo, dijo que actualmente existe manipulación política tratando de convertir a las personas en enemigos para obtener ganancias comerciales.
Los intereses comerciales priman sobre la dignidad humana y los gobiernos a veces se dejan chantajear, como por ejemplo tomar prisionera a una mujer embarazada mientras está en el hospital para satisfacer la sed de sangre de algunas personas y lo están haciendo. , él dice. También le puede interesar: Sacerdote acusa al gobierno de promover la cultura de la muerte Declaró que era imposible que un Estado que se precie deportara personas a un país sumido en una guerra civil, lleno de muerte y violencia de todo tipo, y pidió esfuerzos para superar la negación existente.
para los pueblos de los países vecinos. Los empleadores que acogieron a los prisioneros haitianos también organizaron su regreso al país. Aseguró que cuando decimos aquí que están deportando a 27.000 haitianos, la mayoría regresa y lo hace con la complicidad de las autoridades y los inmigrantes.
Por su parte, el padre Nelson Acevedo, párroco de Santo Cura de Ars, Capotillo, dijo que con la actual administración República Dominicana ha retrocedido en materia migratoria. “Actualmente se están cometiendo crímenes contra los haitianos y nadie está diciendo nada porque se ha institucionalizado la idea de que los haitianos no son seres humanos y no lo son, son seres humanos”, afirmó. Promueven las masas en criollo Los padres Acevedo y Apolinario, así como los padres Miguel Amarante, párroco de Santa Cecilia, y Pedro Vásquez, párroco de Nuestra Señora del Pilar, han apoyado la enseñanza de la Misa en criollo en el país, considerándolo un pueblo étnico con Muchos católicos también tienen derecho a participar en actividades en su propio idioma.
Los haitianos son religiosos y participan con entusiasmo en los rituales, pero al pueblo dominicano y a la Iglesia dominicana les resulta difícil realizar esta traducción, que es normal en todos los demás países, pero aquí es como un trabajo y hay que hacerlo como un trabajo. trabajo. Esfuerzo extraordinario, declaró el padre Acevedo, al argumentar que en el país todo se traduce en términos políticos, y si nos atrevemos a celebrar inmediatamente una misa en criollo, se armará un escándalo porque trasladamos todo a esta relación problemática.
Se creó entre República Dominicana y Haití en lugar de hacer lo que estamos haciendo hermanos. Asimismo, el padre Amarante considera que se debe prestar más atención al Ministerio de Turismo para celebrar misa no sólo en criollo, sino también en todos los idiomas de los países que visitan los balnearios. En los centros turísticos costeros, conviene estudiar la nacionalidad primaria de las personas que los visitan, para que cuando se celebre la Eucaristía, la lectura sea al menos en el idioma de la gente del lugar.
“En el ámbito del Ministerio de Turismo estamos en una etapa temprana”, afirmó.