Washington, 6 de marzo (EUROPA Press) – El expresidente estadounidense Donald Trump ataca al presidente Joe Biden y defiende su gestión durante su mandato tras arrasar en las primarias republicanas celebradas el lo que se conoció como ‘Supermartes’, en el que 15 estados y un territorio celebraron una votación. Fue una noche increíble. El expresidente dijo que este es un momento increíble en la historia de nuestro país, aprovechando para afirmar que Biden es el peor presidente en la historia del país, al tiempo que mencionó la invasión rusa a Ucrania, los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) a Israel y la presencia de las milicias proiraníes en Oriente Medio, que han perpetrado varios ataques en los últimos meses, incluida la milicia chiita Hezbolá en el Líbano.
En este sentido, declaró que si Rusia estuviera en el poder, no atacarían a Ucrania, Israel no sería atacado, Irán no tendría dinero, (…) ni siquiera para Hezbolá, cuando no hay inflación, eso está destruyendo la clase obrera. También criticó el manejo de Biden de la frontera, donde el gobierno federal está en un conflicto político con el gobernador de Texas, Greg Abbott, por el control de la inmigración. Quieren fronteras abiertas y las fronteras abiertas destruirán el país.
Necesitamos fronteras y necesitamos elecciones libres y justas, dijo antes de declarar que si llega a ser presidente, cerrará las fronteras y hará que el país sea más grande que nunca: Ganaremos estas elecciones porque no tenemos otra opción. Por otro lado, Trump afirmó que su administración tenía buenas relaciones con muchos países, como Corea del Norte o China, hasta que apareció la epidemia de Covid-19 en la ciudad china de Wuhan. También señaló que en ese momento Estados Unidos no estaba en guerra y la había detenido, derrotando al Estado Islámico en cuatro semanas, y criticó como terrible la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán.
El magnate, que ofreció una rueda de prensa desde su mansión de Mar-a-Lago en Florida, admitió que Estados Unidos es un país muy dividido, al igual que el Partido Republicano, y prometió unirlos pronto, aunque era de esperar. Aunque no obtendrá los delegados necesarios para asegurar la nominación a la Casa Blanca esta noche, su equipo de campaña espera que esta victoria ate a su única rival republicana, Nikki Haley, que tuvo que abandonar la carrera. Trump, el favorito republicano, ganó más de una docena de estados en un conteo en el que solo se enfrentó a Haley, ya que los republicanos restantes se registraron como candidatos de salida debido a la gran diferencia en porcentaje.
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