Ataque del 6 de enero al Capitolio. El equipo legal de Trump presentó un escrito resumiendo sus argumentos legales antes de los argumentos orales en el caso el 25 de abril, argumentando que Trump debería tener inmunidad absoluta de cualquier acción oficial que tome como presidente. Los abogados de Trump escriben que el presidente no puede funcionar y el propio presidente no puede conservar su independencia vital si se enfrenta a un proceso penal por actos oficiales después de dejar el cargo.
Agregaron que si el Tribunal rechazaba su solicitud, neutralizaría a todos los futuros presidentes, dejándolos en riesgo de chantaje y extorsión. Los fiscales, encabezados por el fiscal especial Jack Smith, esperan un veredicto rápido contra Trump para que pueda llevarse a cabo un juicio penal antes de las elecciones presidenciales de noviembre. El informe separado de Smith debe entregarse el 8 de abril.
La Corte Suprema, que tiene una mayoría conservadora de 6-3, incluidos tres designados por Trump, considerará la nueva cuestión legal de si un expresidente tiene derecho a inmunidad presidencial, si se dice o no que la conducta involucra actos oficiales durante el período de su tarea. Hasta ahora, Trump ha perdido este debate en dos tribunales diferentes. En el nuevo escrito, sus abogados argumentan que el caso se centra en los poderes especiales del presidente según la Constitución, que la Corte Suprema ha confirmado en algunos contextos, pero no en un caso penal.
Citaron, entre otras cosas, el fallo de la Corte Suprema de 1982 en el caso llamado Nixon v. Fitzgerald, según el cual los presidentes no pueden ser demandados civilmente por su conducta dentro de su jurisdicción externa. Los abogados agregaron que los magistrados deben neutralizar una de las mayores amenazas a los poderes exclusivos del presidente, una de las piedras angulares de nuestra república, en la historia de nuestro país.
El equipo de Trump también dejó abierta la posibilidad de que si la Corte Suprema rechaza su intento de desestimar los cargos, podría enviar el caso de nuevo a tribunales inferiores para investigar más a fondo si los cargos implican actos ilegales oficiales o no. Esto retrasará aún más cualquier juicio. El equipo de Smith ha argumentado anteriormente que no existe una inmunidad amplia que impida que los expresidentes sean procesados por delitos cometidos mientras estaban en el cargo.
Smith dijo en documentos judiciales que el intento de utilizar medios fraudulentos para obstruir la transferencia de poder no debe considerarse un acto oficial. La solicitud de inmunidad de Trump fue motivada por una acusación de cuatro cargos en Washington, incluidos cargos de conspiración para defraudar a Estados Unidos y conspiración para obstruir un procedimiento oficial. Se declaró inocente.
La jueza de distrito estadounidense Tanya Chutkan, con sede en Washington, denegó la solicitud de inmunidad de Trump en diciembre. Un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Distrito de Columbia confirmó ese fallo en febrero, dejando a Trump apelar ante la Corte Suprema.