A veces con tintes políticos, a veces con exigencias simplemente mayores, la Asociación Dominicana de Maestros (ADP) encontró en las protestas el mecanismo perfecto para presionar al gobierno sobre sus peticiones. Para algunos, sus demandas son válidas, pero para otros, estas acciones sólo han perjudicado a los estudiantes. En general, estas acciones han sido buenas para la industria docente en los últimos años.
Pero estos paros generales o parciales se han repetido por parte de ADP, dando lugar a una importante serie de demandas y movilizaciones, especialmente en la actual administración del maestro Eduardo Hidalgo. Desde 2022, el sindicato viene protestando, exigiendo la renuncia del ministro de Educación, Ángel Hernández, así como mejoras a los planes de jubilación de los afiliados e incluso promesas incumplidas. Lea: MINERD no inventó, lo que queremos es el 20%, pidieron docentes ante el Ministerio de Educación En abril de 2022, un grupo de docentes fue repelido con gases lacrimógenos mientras protestaban por aumentos salariales frente a la oficina de gobierno del presidente Antonio Guzmán, conocida como Huacalito, en la avenida Estrella Sadhalá, provincia de Santiago.
En esta ocasión, el presidente del sindicato en esta provincia, Miguel Jorge, rechazó el accionar de la policía, acusaciones de maltrato y represión a los docentes y sus demandas. Un año después, en mayo del año pasado, los docentes anunciaron una huelga general y una nueva manifestación frente a la sede de Educación, exigiendo un ajuste salarial, como lo habían hecho antes. El proceso se dividirá en dos fases, la primera prevista para el 26 de mayo en Máximo Gómez y la otra para el 6 de junio frente a Palacio Nacional.
Los docentes volvieron a causar malestar en Santiago a fines del año pasado, con una huelga general tras acusaciones de incumplimiento de acuerdos firmados con el gobierno y hasta ese momento aún no respetados. Entre ellas se encontraba la designación de más de 600 docentes en la lista de elegibilidad durante años que hasta entonces no habían podido ingresar al sistema. En marzo de este año también se llevaron a cabo varios paros, en particular, en marzo, un paro en el parque central de San Francisco de Macorís, exigiendo a las autoridades que presten atención a los casos de intoxicación relacionados con los que se registran continuamente en esta zona.
Una semana después, en Cenoví, municipio de la misma provincia de Duarte, cientos de docentes exigieron la renuncia del ministro Ángel Hernández, otra señal de presión sobre el actual gobierno. Ese mismo mes, ADP advirtió que las denuncias contra los docentes no les impedirían llevar a cabo sus demandas, por lo que convocaron a una manifestación frente al Tribunal de Justicia de San Pedro de Macorís. La última protesta tuvo lugar la mañana de este martes frente al Ministerio de Educación, en la avenida Máximo Gómez, exigiendo más aumentos salariales así como el fortalecimiento de las estructuras de las instituciones educativas.
Esto ha provocado un bloqueo prolongado en torno a la cartera de educación desde primeras horas de la mañana, provocando daños colaterales y sumándose a las pérdidas que miles de estudiantes están sufriendo con cada huelga.