El alcalde de este municipio, Santiago Riverón, afirmó ayer que la preocupación de los haitianos que residen en la región Noroeste por la sequía y la reducción del cauce del río Masacre no es más que el resultado de sus propios actos por la insistencia en la construcción de un canal para desviar las aguas con la presunta idea de abastecer las zonas agrícolas de Juana Méndez, Haití.
“A los haitianos se le advirtió que esa obra no iba a tener resultado, pero de manera terca y con orgullo ellos la abrieron; pensaban que iban hacerle daño a la República Dominicana, pero el Gobierno dominicano puso en ejecución el plan b, que es la instalación de las tres bombas que están tirando agua por el canal de La Vigía y no pasa agua por el trayecto por donde el río penetra a Haití”, explicó.
Riverón dijo que no hay forma de que los haitianos puedan buscar agua por alguna zona de La Vigía, ya que río Masacre entra dos kilómetros a su territorio, pero que cuando sale ya no regresa. Indicó que hay lugares por la frontera que está dividida por el río pero hay otra zona donde es imposible que entren al país a desviar las aguas.
Recordó que en el pasado los haitianos se beneficiaban por un drenaje que daba agua a cinco mil tareas de tierra, pero que debido a la construcción del muro también le impide abastecerse de esa agua. “Ellos (los haitianos) celebraron, hicieron brujería, se burlaron de los dominicanos y mira la situación; ahora están dando gritos”.
Según Riverón, el Gobierno ha puesto mayor interés en la agricultura y los ganaderos de Dajabón, con la puesta en funcionamiento de tres bombas y la autorización para la instalación de 8 más a través del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) que sacarán el agua del subsuelo para fortalecer el cauce del canal de La Vigía.
Señaló que aunque los haitianos quieren utilizar bombas no podrán extraer agua por la distancia de la zona donde pasa un poco de agua que está en territorio dominicano.
