Me quedé sentado tranquilamente en mi casa viendo la cobertura mediática del debate presidencial organizado por la Asociación de Jóvenes Empresarios (ANJE), que despertó grandes expectativas entre una buena parte del pueblo dominicano, que ‘siguió’. maravillosamente’. La atención está a la espera de que las cuestiones más difíciles y trascendentes sean resueltas por los candidatos que marcarán el destino del país a partir del próximo agosto, cuando asuma el nuevo líder del gobierno.
Algunos puntos, como las tres causas, que fueron objeto de mucha discusión en los medios y en el Congreso, extrañamente quedaron sin mencionar, a pesar de que los candidatos las mencionaron: la marginación, la violencia de género y el feminicidio. (En otros debates, entre diputados y senadores, este tema tampoco fue discutido en profundidad. Algunos candidatos a cargos electos evitaron la pregunta como una cruz para no entrar en conflicto con la Iglesia o con los sectores más conservadores y atrasados del país).
Durante más de 23 años, el PLD ha acusado de corrupción al Partido Reformista y al Partido Revolucionario Dominicano. Recordemos los álbumes de corrupción que publicó el PLD contra el doctor Joaquín Balaguer, a quien acusaron de crear 500 nuevos millonarios. Recuerdo que el profesor Juan Bosch aseguró al pueblo dominicano que si el PLD llegaba al poder ningún dirigente de su partido se enriquecería con el dinero del pueblo.
El lema es Servir al Partido para servir al pueblo, sólo que invierten demasiado para enriquecerse: sirven al Partido para servirse a sí mismos. ¡Y cómo! Nunca en la historia del país hubo tanta corrupción como durante el periodo del PLD.
Leonel Fernández se ha convertido en el padre legal de la corrupción. Danilo Medina, como padre adoptivo. ¡No hay consecuencias!
No creo que en el PLD haya mucha gente con cualidades éticas y morales para hablar de corrupción, incluidos los que participaron en el programa mediático de Anje. Esta es quizás una condición necesaria para asistir a la reunión: no mencionar la corrupción. Luís Abinader, candidato a la reelección, prometió luchar ferozmente contra la corrupción, llevar a los acusados ante los tribunales y despojarlos del dinero robado.
