Edwin Paraison, presidente de la Fundación Zile y ex cónsul de Haití, considera la juramentación del Consejo Presidencial de Transición en Haití (CPT) como un paso histórico, este dio lugar a una experiencia inédita en la que nueve personas de diferentes partidos y sectores fueron los responsables de liderar el país según el nuevo modelo. Dijo que esta práctica envía una señal clara a los grupos armados ilegales y a los políticos corruptos involucrados en el narcotráfico, que amenazan con tomar el control de estos centros de poder, sobre el inicio de un proceso de restauración del poder del ‘Estado’. Dijo que estos grupos y sus patrocinadores deben hacer justicia por sus numerosos crímenes.
Puede leer: José Dantés: Donde hay 6 candidatos debe haber 3 mujeres y 3 hombres En cuanto al CPT, se consideró necesario seleccionar inmediatamente un líder entre ellos y luego nombrar un Primer Ministro con un perfil establecido que coordinaría la formación de un nuevo gabinete. Recuerda que la idea de constituirlo generó mucho debate en Haití, por dos razones fundamentales: por un lado, el número de miembros, que para muchos podría ser una carga para el Estado, preocupa que puedan surgir dificultades durante la decisión. proceso de fabricación.
-hacer; y, por otro lado, la obligación de que los miembros acepten una presencia militar internacional, que se considera ampliamente innecesaria si la policía cuenta con el apoyo de los militares. Según Paraison, la CTP debe dirigirse a la nación para presentar su plan de acción y, como lo hicieron los presidentes de México y Dominica, comunicarse con fluidez semanalmente para ganarse la confianza de la gente y fortalecer su capacidad hacia su líder. Por su parte, Iván Gatón, experto en política internacional, dijo que es loable que por primera vez toda la oposición haitiana haya acordado crear un espacio que pueda iluminar el túnel oscuro en el que se ha convertido Haití.
Valoró el hecho de que todos los actores políticos y de la sociedad civil hayan llegado a un consenso que no existía para intentar restablecer cierta estabilidad en Haití, donde las pandillas controlan gran parte del territorio de Puerto Príncipe. Enfatizó que esto es una buena señal porque tenemos elementos más allá de estos grupos criminales. Gatón lamenta el aumento de la inestabilidad y la criminalidad, lo que ciertamente avergüenza a la comunidad internacional.
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